Nadia Podoroska demostró este fin de semana en Bolivia porqué está marcada como la gran esperanza del tenis femenino nacional. La “Peque”, por primera vez, actuó como singlista en la Fed Cup y lo hizo bárbaro. Cuatro partidos y cuatro triunfos para ponerse el conjunto al hombro y lograr la victoria en el Grupo I de la Zona Americana, que le permite acceder al play off por el ascenso al Grupo Mundial II que se jugará en el mes de abril.
Ayer la rosarina culminó su faena personal con una clara victoria por 6-4 y 6-3 en una hora y quince minutos ante la paraguaya Montserrat González (218 del mundo), que le permitió a Argentina sellar la serie final luego del triunfo en el primer turno de Catalina Pella (484º) a Camila Giangreco Campiz (839º) 6-2 y 6-0.
Podoroska quebró en el noveno game del primer set para adelantarse 5-4 y cerrar el parcial con su saque. En tanto en el segundo parcial se quedó con el saque de la paraguaya en tres de cuatro oportunidades que tuvo y selló el partido a su favor.
A lo largo del encuentro, la “Peque” logró 66 puntos contra 52 de su rival, conectó un ace, cometió seis doble falta, tuvo un 56 por ciento de primer servicio (ganó el 75) y un 76 de segundo servició (ganó el 68); logrando 4 (de 5) quiebres de saque y permitiendo 1 de 4 que dispuso su rival sobre su servicio.
Hasta llegar al Las Palmas Country Club de Santa Cruz, Bolivia, la “Rusa” había incursionado en diferentes partidos de dobles en la Fed Cup. En 2014 ante Rusia (junto a Victoria Bosio) y en 2015 frente a Estados Unidos y España (en ambos casos con Batiana Bua). Dichas presentaciones se habían sellado con derrotas pero sirvieron para “romper el fuego” con una competencia que apunta a tenerla como protagonista durante los próximos años.
En esta ocasión la responsabilidad era diferente porque antes de viajar se sabía que tendría la oportunidad de jugar en singles. Y si bien no es la de mejor ranking del equipo, sí lo es por juego y actualidad. Eso despertaba muchas expectativas a su alrededor que Podoroska se encargó de confirmar cada vez que ingresó al court.
En el debut no le dio alternativas a una de su generación: 18 años para la rosarina (cumplirá 19 el próximo miércoles) y 17 de su rival, como la ecuatoriana Camila Romero (sin ranking), a quien apabulló 6-2 y 6-1. La segunda presentación fue ante la juvenil peruana Anastasia Iamachkine (sin ranking y de apenas 15 años) y también impuso su calidad al aplastarla por un nuevo 6-2 y 6-1.
El tercer encuentro presentaba el desafío más importante para la 319º del mundo. Enfrente estaba la brasileña Beatriz Haddad Maia (19 años y 237º) con quien Podoroska había caído en tres sets las dos veces que se habían vistos las caras en el año (en los ITF de Bertioga y Guaruja sobre cancha duras). Pero esta vez la cosa fue diferente y tras estar abajo 2-5 en el set inicial, se recuperó para ganar 7-5 y 6-3.
Argentina logró quedarse con el Grupo I de la Zona Americana para soñar con regresar al segundo estamento del tenis femenino el próximo año, y mucho tuvo que ver Podoroska que esta vez más que “Peque” fue gigante para guiar al equipo nacional a la victoria final.
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