Política

Poch declaró, pero negó todo

El ex aviador naval negó ante el juez federal Sergio Torres ser uno de los pilotos que arrojaba prisioneros vivos al mar durante la última dictadura militar.

El ex aviador naval Julio Alberto Poch, acusado de participar de los “vuelos de la muerte”, negó hoy ante el juez federal Sergio Torres ser uno de los pilotos que arrojaba prisioneros vivos al mar durante la última dictadura.

En una extensa indagatoria de casi nueve horas en la que contestó todas la preguntas, Poch culpó a sus compañeros de la línea comercial holandesa Transavía de haberlo “malentendido” en sus relatos donde se habría jactado de su pasado.

Una fuente con acceso a la causa dijo que Poch se defendió aduciendo que con sus denunciantes mantenía “una interna laboral”  y por ello presentó ante el juzgado declaraciones de concepto favorables hechas ante escribano en Amsterdam por otros colegas de la compañía aérea.

“Algunos dijeron haber estado en esa cena y no haberlo escuchado jactarse de arrojar gente viva al mar”, dijo la fuente.

Según la denuncia de algunos compañeros de trabajo, Poch se habría ufanado ante éstos de sus anteriores actividades en la armada argentina, lo que motivó su denuncia primero ante la propia empresa y luego ante una fiscalía, ratificados luego personalmente ante el juez Torres.

El ex marino, añadieron las fuentes, dijo además no haber estado destinado nunca en la ESMA, desconoció la propia existencia de los “vuelos de la muerte” y negó haberlos elogiado.

“No negó haber volado aviones de la Armada, pero adujo que su especialización era el pilotaje de aviones de combate, cazas y no de transporte, que serían los utilizados en esos vuelos, de los cuales no tenía conocimiento”, dijo la fuente.

Tras la indagatoria, en la que participaron además el secretario Pablo Yadarola, el fiscal Eduardo Taiano y el defensor Gerardo Ibáñez, Poch fue enviado detenido nuevamente al penal de Marcos Paz hasta que el juez resuelva su situación procesal, en un plazo máximo de diez días hábiles.

Poch tiene ahora 57 años y se retiró de la fuerza como teniente de fragata en febrero de 1981, tras lo cual se radicó en Holanda, cerca de la capital, Amsterdam, con su esposa y tres hijos, donde también obtuvo la ciudadanía.

Llegó extraditado de España el jueves a la madrugada, luego de que la Audiencia Nacional concediera el trámite a pedido del juez Torres, quien centraliza los expedientes por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA.

El antiguo aviador naval había sido detenido por Interpol el 22 de setiembre pasado en Valencia, al terminar el que debía ser su último vuelo desde Amsterdam antes de jubilarse.

Entre los hechos por los que los tribunales españoles permitieron su juzgamiento en la Argentina figuran el secuestro y desaparición que tuvieron como víctimas a las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.

Los restos de esta última fueron encontrados enterrados como NN junto a varias integrantes del grupo original de las Madres de la Plaza de Mayo, luego de que sus cuerpos aparecieran en la playa de Santa Teresita tras ser arrojado en un “vuelo de la muerte”.

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