Por tercer año consecutivo, el número de residentes en España descendió. Al 1º de enero de 2015 se contabilizaron 146.959 habitantes menos que un año atrás, por lo que se mantiene la tendencia de pérdida de población que se registra desde 2012. Los datos fueron publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y además registran una importante caída de la población extranjera.
En el país ibérico viven 46.624.382 personas. El descenso del número de extranjeros en casi 300.000 personas es el factor que explica que España pierda población. Es el cuarto año consecutivo que bajan, pero aún representan el 10,14 por ciento de la población.
España perdió 402 habitantes cada día en 2014, según los datos del INE publicados por el diario madrileño El País.
Tras esta reducción están la marcha de inmigrantes a su país de origen o a otros países y sobre todo las nacionalizaciones, que también han ayudado a que el número de españoles inscritos en el padrón avance un 0,35 por ciento (146.884 españoles más). Los datos provisionales del INE facilitados el pasado junio señalaban que 205.870 personas adquirieron la nacionalidad española en 2014.
En España viven 4,7 millones de extranjeros. De ellos, casi 2,6 millones son de fuera de la Unión Europea –377.000 menos– y 2,1 de la UE –82.000 más–. Rumanos y marroquíes son las principales nacionalidades de los extranjeros residentes en España: uno de cada cuatro inmigrantes que viven en España procede de estos países. Esto ha contribuido a rejuvenecer la población extranjera, dado que más de la mitad de ellos tienen menos de 40 años, lo contrario de lo que sucede con los provenientes de Reino Unido, Alemania o Francia.
Menos en el futuro
En 2014, los nacimientos en España aún superaron a las muertes en 31.678 personas, el saldo más bajo desde el año 2000, pero para el año recién concluido se prevé que por primera vez desde la Guerra Civil haya más defunciones que partos.
Mientras una primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntaba a que esta línea roja demográfica se rebasaría en 2017, una proyección realizada apenas unos meses después la corregía adelantando el momento hasta este 2015.
El INE espera que España pierda más de un millón de habitantes en los próximos 15 años y que en 2063 los fallecidos superen a los nacidos en 330.423 personas. Al acabar ese año, casi cuatro de cada diez habitantes tendrá más de 65 años y la población española será de 40,9 millones, casi seis millones menos que en la actualidad, el equivalente a perder la población de Madrid, Barcelona y Valencia juntas.
La longevidad sigue alta
El envejecimiento de la población española, impulsado por una esperanza de vida que en España se ha situado ya por encima de los 83 años, solo inferior a la de Japón, se ha traducido en un aumento del número de personas con 100 o más años. 14.487 personas habían rebasado esta barrera a comienzos de 2015, un 10 por ciento más. La gran mayoría de personas que superaron el centenar de años son mujeres (80 por ciento).
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