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Plegarias a seis años del tsunami del Océano Índico

Las ceremonias por el sexto aniversario del devastador tsunami que causó al menos 230.000 muertes en trece países del sudeste asiático estuvieron centradas ayer en mensajes religiosos, con plegarias por las víctimas.

En Banda Aceh, Indonesia, símbolo de la tragedia por ser uno de los sitios más golpeados por el tsunami, con 168.000 víctimas, decenas de personas participaron de las ceremonias, especialmente decenas de niños que quedaron huérfanos.

Entre otros actos, estudiantes acehnenses, japoneses e indonesios plantaron flores de papel, a imitación de las que florecen en los cerezos durante la primavera, con mensajes escritos para las víctimas del tsunami.

El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de 9,1 grados en la escala de Richter a lo largo de la isla de Sumatra causó un devastador maremoto en el Océano Indico, que arrasó las costas de Asia oriental.

Similares conmemoraciones se desarrollaron en Tailandia e India, donde centenares de personas depositaron tazones utilizados en rituales, con leche en su interior.

A seis años de la tragedia, todavía hay personas que no han perdido la esperanza de encontrar a familiares desaparecidos, informó la prensa local.

Desde Sri Lanka hasta India, los diarios relatan decenas de historias, como la de Ravi Shankar, un militar indio que continúa buscando a su hija, Apurva, quien a los ocho años fue arrancada de sus brazos por el agua.

El 26 de diciembre de 2004, el tsunami arrasó la vivienda de este sargento del ejército indio, trasladado tiempo antes a las Islas Nicobare, las más afectadas por la tragedia. Él cayó al agua con sus dos hijos: el más pequeño, de un año, murió en sus brazos y Apurva se le escurrió de las manos.

El terremoto fue de 9,1 grados: el tercero más poderoso tras el terremoto de Alaska (9,2) y de Valdivia (Chile) de 1960 (9,5).

En Banda Aceh formó una pared de agua de 20 a 30 metros de altura penetrando en la isla 5 o 6 kilómetros desde la costa al interior; solo en la isla de Sumatra murieron 228.440 personas o más.

Sucesivas olas llegaron a Tailandia, con alturas de 15 metros que mataron a 5.388 personas; en la India murieron 10.744 personas y en Sri Lanka, hubo 30.959 víctimas.

Este tremendo tsunami fue debido, además de a su gran magnitud (9,3), a que el epicentro estuvo sólo a 9 kilómetros de profundidad, y la rotura de la placa tectónica fue a 1.600 kilómetros de longitud (600 kilómetros más que en el terremoto de Chile de 1960).

En tanto, el sábado pasado el sudeste asiático fue sacudido por un terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter frente al archipiélago de Vanuatu –Pacífico suroccidental–, que encendió la alarma de otro posible maremoto e hizo más dramática la conmemoración de ayer.

El Centro de Alerta de tsunami del Pacífico, con sede en las Islas Hawaii, lanzó la alarma para Vanuatu, la Nueva Caledonia y las Islas Fiyi, pero todo volvió a la calma un par de horas más tarde, cuando los especialistas anunciaron que se había registrado un maremoto pero las aguas sólo superaron en 15 centímetros el nivel habitual.

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