Después de un impasse en el plantel superior, Agustín Pozzo volvió a trabajar con el primer equipo de Jockey Club. Defender el título en el Litoral, jugar el Nacional de Clubes A, y por sobre todas las cosas, compartir la experiencia de entrenar junto a Bernardo Urdaneta, hicieron que nuevamente se calzara el buzo de entrenador, con el agregado de ser el head coach del Verdiblanco.
“Bernardo (Urdaneta) hace un poco de todo con nosotros, no sólo en la parte técnica, sino también en la parte filosófica, psicológica, pedagógica. Sobre todo en cómo los entrenadores podemos llegarles a los chicos. Tiene una llegada increíble, está las veinticuatro horas a nuestra disposición, con unas ganas de trabajar enorme, enamorándose de nuestro club, sintiendo la camiseta. Eso para nosotros es una gran alegría. Todos los entrenadores que estamos acá, estamos tratando de aprender de él”, explicó Pozzo sobre la presencia del tucumano Urdaneta dentro de la estructura del rugby del club de Fisherton.
Tras dos partidos, Jockey no pudo festejar, pero en las derrotas siempre hay aspectos positivos para salvar. “Los chicos no dejan nunca de intentar, este equipo ya demostró el año pasado que en la adversidad también se hace fuerte, y cuando el camino se pone duro, aparecen los duros. Y estos chicos están demostrando lo que son. La actitud de los chicos de querer seguir creciendo y mejorando es lo que me da más ganas de seguir trabajando”, aseveró el coach.
En cuanto al nivel del Nacional de Clubes A, el head coach de Jockey analizó: “Los equipos están yendo de menor a mayor. Estoy convencido que Alumni puede jugar mucho mejor que el fin de semana pasado con nosotros; Tucumán Rugby lo mismo, tiene para jugar mucho más abierto de lo que jugó con nosotros el sábado y nosotros también. Es como una especie de pretemporada, por lo que vi en marzo no hay ningún equipo que se vaya destacando por juego. El nivel del Nacional A me encanta, todos los partidos son durísimos. Y hay sorpresas, Tala perdió con San Luis por casi cuarenta puntos en Córdoba, pero después todos los partidos son muy apretados, de menos de diez puntos de diferencia, es una competencia extraordinaria”.
Teniendo muy en claro que los resultados llegan como consecuencia de hacer un buen trabajo y de apostar a una idea de juego, Agustín Pozzo no traza objetivos de resultados, pero sí de juego. “A mí me gustaría que nosotros podamos plasmar en la cancha lo que estamos intentando hacer en la práctica, un juego mucho más dinámico, desplegado, ver eso en la cancha hecho realidad. Después, si el título viene, seríamos campeones como nos gusta jugar, algo fantástico. Pero no me pongo un objetivo de resultado, el año es muy largo y lo mejor que podemos hacer es armar una buena pared, y para ello hay que poner los ladrillos perfectamente colocados todos los días, y creo que va a salir. Reitero, el objetivo es ver a los chicos plasmar ese juego que a ellos también les gusta”, dijo el entrenador verdiblanco.