Asociativismo

En defensa del trabajo

Plascar: cerca del sueño de la cooperativa

Los trabajadores despedidos de la empresa Plascar proyectan poner en funcionamiento una cooperativa que les permita recuperar sus puestos de trabajo y la fuente de sustento de su familia.


La firma venía proveyendo paragolpes y otros productos plásticos a automotrices.

Los trabajadores despedidos de la empresa Plascar proyectan poner en funcionamiento una cooperativa que les permita recuperar sus puestos de trabajo y la fuente de sustento de su familia.

“Hace algún tiempo decidimos conformar la cooperativa de trabajo pero aún nos falta la personería jurídica que estaría saliendo durante el mes de febrero. Sin embargo, tenemos dos vías para recuperar la empresa antes de la quiebra: una de ella es que salga por resolución de la jueza a cargo del caso; otra es a través de la Legislatura que por medio de un proyecto de ley nos puede ceder el apoderamiento por el plazo de dos años”, indicó Lucas Nievas, miembro de la cooperativa, al portal Trabajo Cooperativo.

En ese sentido, Nievas aseguró que la semana que viene tomaría estado parlamentario y podría aprobarse en el Legislativo provincial.

Nuevas puertas

La Cooplascor estaría conformada por cerca de 90 socios fundadores, pero al menos otros 70 trabajadores se adherirían a este régimen. “Seguramente, con el transcurso de las semanas se irán sumando la totalidad de los compañeros cesanteados”, afirmó Nievas.

“Nos vamos a manejar con la estructura que ya teníamos porque estamos todos capacitados. Seguiremos trabajando cómo estábamos desde agosto. La idea es cumplir con todos los contratos que tenía Plascar antes de su cierre”, manifestó Nievas.

Cabe recordar que en septiembre de este año los trabajadores fueron notificados del cierre de la fábrica pero los dueños de la misma aún no les habían abonado la quincena e incluso estaba en riesgo el pago de indemnizaciones (leer: “Somos mano de obra especializada y hoy estamos en la calle”).

Plascar proveía paragolpes y otros productos plásticos a Fiat y a Renault. En diciembre pasado la firma se declaró en convocatoria de acreedores por problemas de producción desde hace dos o tres años.

Cuando en el año 2007 Plascar desembarcó en Córdoba, más de 200 operarios creyeron encontrar allí sustento económico y estabilización laboral. Ninguno se imaginó que en menos de diez años esa unidad productiva cerraría sus puertas y dejaría de ser el establecimiento en donde 243 cordobeses vendían su fuerza de trabajo.

Quienes, por el contrario, sí conocían la transitoriedad de este proyecto son los CEOs (gerentes ejecutivos) de esta multinacional brasileña que supo aprovechar el auge del sector autopartista durante el fulgor de la venta de automóviles, para luego marcharse con las alforjas llenas.