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Planteo, plantel y fortuna

Por Gabriel Pennise. La convicción de Martino, la elección de las piezas, el presente de varios y la suerte, las claves leprosas.

Hay razones muy fuertes para entender la campaña de Newell’s. La convicción de Gerardo Martino sobre cómo pretende que juegue su equipo, la elección de los jugadores, el momento de muchos de ellos y la dosis de fortuna que se necesita. Sobre esas columnas se construye el torneo Inicial.

Es cierto que Guzmán hizo la gran Maravilla Martínez, una irresponsabilidad en el momento menos oportuno, pero lo puede contar, y el Patón cumple a la perfección con lo que le pide el técnico. Es dueño del área, y siempre trata de salir jugando.

Heinze es jefe, así de simple. La gente lo premia generosamente y el Gringo juega cómodo.

Villalba crece en cada partido, ayer fue una de las figuras, Martino lo mimó cambiándolo cuando terminaba. El Mudo quita y apoya, todo el tiempo. Sin faltas, con una precisión quirúrgica. Vangioni se ‘encargó’ de Buffarini, y además generó el penal cobrado (la mano fue casual, pero eso ya no cuenta).

Scocco cree que puede hacer todo, hasta convertir en golazos simples penales. Y todavía falta Maxi Rodríguez, quien no le encuentra la onda al fútbol argentino. Y la suerte, siempre necesaria. Sánchez (el de River) le dio vida con un gol en contra (cometió un penal infantil), Masuero no sabe si le pegó la pelota o una piedra en la mano, y Pitana cobró penal. Eso también juega, y suma.

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