Últimas

Pino y Hermes, sin retorno

Luis Novaresio, especial para El Ciudadano.

“Con Hermes Binner, nunca más. Fue innecesariamente grosero y eso no se olvida. Además, pensamos muy distinto”. Fernando “Pino” Solanas apura un café en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y pregunta si su avión con destino a Comodoro Rivadavia tiene horario de salida. La sudestada del viernes pasado y un conflicto gremial que Aerolíneas Argentinas quiso esconder malograron el viaje de campaña del diputado cineasta, quien terminó de completar una jornada para el olvido. Uno de sus voceros de prensa descarta, sin embargo, que todos estos contratiempos le hayan hecho crecer el enojo hacia el gobernador santafesino. “Mientras esperábamos la reprogramación de vuelos, leyó en los diarios el coqueteo del Frente Progresista ante un proyecto de reforma constitucional y me largó, textualmente, esa sentencia sobre Hermes”, confiesa el mismo asesor de Proyecto Sur.

Más allá de los calificativos, el enojo del autor de grandes películas argentinas para con el candidato a presidente del FAP es serio, aparentemente irreversible y, sin dudas, muy personal. Pino se acusa de cándido y, en tertulias con los más cercanos, se ríe de sí mismo. “Fui muy ingenuo, ya lo sé. Pero de verdad creí en los socialistas y, en especial, en su jefe”, suele decir.

Estos dos hombres charlaron por última vez, en serio y cara a cara, hace cuatro meses. Después se cruzaron en los actos de campaña en los que lucieron cordiales, casi siempre. “Nos vimos el 11 y el 12 de junio. La charla fue directa y yo mismo arrimé la primera propuesta para que se debatiera”, recordó Solanas con un diputado de su sector esta semana. Los encuentros fueron en los días previos al congreso de la fuerza. Allí, Pino punteó lo que son sus tópicos básicos de campaña, de contenido innegociable. Luego, ofreció el primer lugar de la fórmula para Binner y reclamó la vicepresidencia para Proyecto Sur. El resto de los cargos debía resolverse en internas. El partido fuerte de Santa Fe no quiso bajo ningún aspecto someterse a esas elecciones. “Pero Binner no me lo decía directamente”, se quejó el legislador nacional con los suyos. Quizá hubiese ayudado para entender esa reticencia del PS lo vivido en la experiencia de las primarias santafesinas. Ni el éxito del triunfo del gobernador sobre Rubén Giustiniani los hizo olvidar de las heridas que esas contiendas generan. “En el fondo y, desde siempre, ellos ya tenían cerrados todos los nombres y a nosotros nos restaba firmar al pie, como en un contrato de adhesión”, graficó Alcira Argumedo a pocas horas de la ruptura. El diputado de Proyecto Sur fue más poético: “Nos entretuvieron durante la cena con la parla seductora y a los postres nos mostraron su verdadera intención. Era todo para ellos. Y para que no quedasen dudas, a los dos días de nuestra charla firmaron, sin siquiera avisar, con Margarita Stolbizer, que fue de lo más funcional a esta hegemonía”.

A partir de entonces, la relación de estos dos hombres que suelen ser referentes del progresismo se quebró. Y para siempre, todo lo indica. “Hermes giró a la derecha. Se vistió de moderado para la campaña y renunció a banderas esenciales de la centroizquierda”, definió Solanas con su asesor en el auto que lo llevaba desde el Aeroparque a su casa luego de confirmar que este fin de semana largo sería difícil volar al sur. Y la moderación, cree el lúcido autor de El exilio de Gardel, es pan para hoy y hambre para mañana. “Yo no le doy mucha vida al FAP después de las elecciones. Hay muchas contradicciones internas”, diagnostica en privado.

Proyecto Sur cree que el socialismo no comparte algunos debates esenciales para ubicarse a la izquierda. La recuperación del petróleo y de todos los recursos naturales combatiendo la minería a cielo abierto, la rediscusión de la deuda externa, la gestión de los servicios públicos esenciales en manos del Estado, la modificación de las normas financieras y bancarias y la defensa irrestricta del medio ambiente son algunos ejemplos del muro que separa, para ellos, a conservadores de progresistas. “Sin eso, no podés decir que sos de izquierda”, sentencian los pinistas sin admitir argumento en contrario. ¿Esto implica que, ni por descarte, votarían a Hermes Binner en quince días? “Alcira Argumedo ya dijo que ni en sueños. Y, si bien acá hay libertad de pensamiento, nadie se corta solo”, graficó un encumbrado dirigente del sector.

Solanas cree que el año que viene va a ser muy difícil. Los vencimientos de la deuda externa no van a poder ser afrontados con recursos propios porque “ya no hay más caja, Ansés, AFJP ni nada a donde echar el manotazo”, explica el hombre que más sabe de economía de esa agrupación. Por eso, están dispuestos a dar quórum en el debate presupuestario pero no a levantar la mano ni en general ni en particular cuando se vote. “El presupuesto es un disparate. Ni dormidos lo votamos nosotros”, les dijo el cineasta a los suyos en reunión de bloque. “Otra diferencia para agregar con el Frente Amplio Progresista: porque, ¿vos sabés qué van a hacer los muchachos de Hermes en el Congreso?”, ironizan los mismos partidarios de Proyecto Sur.

¿Cree Solanas en un intento de “Cristina eterna” luego del 23 de octubre? “El país no kirchnerista vive un momento de desencanto y desánimo general. El resultado de las primaras abiertas ha sido muy contundente. Si hasta nos cuesta a nosotros convencer en la campaña del corte de boleta. Es muy difícil predecir lo que van a hacer cuando cuenten los votos y se encuentren con tanto apoyo”, le confesó a la rosarina Alcira Argumedo cuando conversaron sobre los globos de ensayo de reforma constitucional. Pino sabe que la idea existe. Tiene borrador de redacción y los halcones del gobierno, Nilda Garré, Aníbal Fernández o Juan Manuel Abal Medina, cuentan los días hasta los comicios nacionales para presentarlo en bandeja de plata a la única dueña de los votos.

El escollo actual es reunir a las dos terceras partes de los legisladores para que habiliten el proceso de Convención Constituyente. Algunos primeros borocotizados que provienen del peronismo residual ya se mostraron proclives a leer el proyecto. Desde algunas provincias angustiadas por los déficits públicos bajan instrucciones para que sus diputados y senadores ensayen una mueca de sonrisa si se los llega a consultar sobre el tema. ¿Y desde la centroizquierda? “Con nosotros no cuenten”, lapidó Solanas. Sin embargo, dicen sus más cercanos que si le preguntan a Fernando Solanas por el Frente Amplio Progresista, él les recuerda que ahí no hay izquierda y que, por eso, no pone las manos en el fuego.

Comentarios