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Piñera ya tiene más de un millón en contra

Respaldo casi unánime a reclamos educativos en plebiscito autoconvocado. El gobierno ve el resultado sólo como una demanda sectorial. Gobierno chileno acusó a estudiantes de buscar la “agitación”

Más de 1,3 millón de personas votó en el plebiscito autoconvocado por la ciudadanía para expresarse sobre el futuro de la educación en Chile, y 92 por ciento respaldó la demanda de enseñanza gratuita y de calidad que desde hace más de cinco meses enfrenta al gobierno con las organizaciones de estudiantes y docentes.

Según informó ayer el Colegio de Profesores, 1.016.827 ciudadanos votaron en 51,6 por ciento de las más de 4.500 mesas desplegadas ayer, por lo que la cantidad total podría aproximarse a los dos millones.

Por otra parte, unas 341.000 personas emitieron su voto a través de las diversas plataformas habilitadas en internet.

El presidente del Colegio, Jaime Gajardo, aseguró que 92 por ciento de los votantes respaldó la realización de un plebiscito oficial sobre la gratuidad, el carácter público y la desmunicipalización del sistema educativo, así como la idea de que esa consulta sea vinculante para que, eventualmente, tenga correlato en la legislación.

El plebiscito, en el que pudieron participar todos los chilenos mayores de 14 años, residan en el país o no, se realizó luego de que el miércoles pasado quedara roto el diálogo entre el gobierno y las organizaciones de alumnos y docentes, al no llegar a un acuerdo sobre el alcance de la gratuidad.

El ministro vocero del gobierno, Andrés Chadwick, dijo ayer que el plebiscito “ni siquiera alcanza a ser una presión, por la forma en que se ha realizado”.

“Si ellos dan a conocer o hacen llegar al gobierno los resultados de la consulta, los veremos con el mayor respeto posible, pero teniendo en cuenta que es sólo la acción de un grupo gremial”, advirtió Chadwick.

La confrontación

A todo esto, los dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamaron ayer a un nuevo paro nacional para los días 18 y 19 de octubre en demanda de una educación pública y el gobierno los acusó de intransigencia.

Los estudiantes ratificaron la decisión de no seguir en el diálogo con el gobierno luego de que el Ejecutivo les presentara la semana pasada “una propuesta que hace más de tres meses hemos venido rechazando”, que no incluye avances hacia la gratuidad del sistema de enseñanza, dijo la dirigente Camila Vallejo.

La clave está en cómo garantizar el acceso gratuito en el sistema educativo más segregado del mundo, producto de las reformas del dictador Augusto Pinochet. El gobierno insiste en facilitarla a través de becas, y no para toda la población, mientras que los estudiantes buscan un mayor protagonismo del Estado, que redistribuya los recursos con una reforma tributaria. “Cuando hablamos de la gratuidad en el sistema educacional es porque creemos que no tiene que prevalecer el Estado subsidiario, sino un Estado garante”, dijo Vallejo.

Por el momento, los estudiantes resolvieron seguir movilizados y llamaron a un nuevo paro nacional.

“Hemos decidido hacer un llamado a todos los estudiantes de Chile a que pongan el mayor esfuerzo posible, a no comenzar su segundo semestre, a radicalizar la movilización y a prepararse para tiempos difíciles”, dijo el dirigente estudiantil David Urrea.

Ambas partes se acusan mutuamente de haber roto la única y frágil instancia de acercamiento creada en cinco meses de conflicto, que mantiene semiparalizado el sistema educativo chileno, con escuelas y universidades tomadas, por la demanda de una educación pública, gratuita y de calidad que es respaldada por el 80 por ciento de la población.

“No fuimos los estudiantes los que quisimos romper con esta mesa, sino que fue el mismo gobierno porque no tenía la capacidad política ni la voluntad de atender las demandas de la gran mayoría del país”, dijo Vallejo.

A su vez, el Ejecutivo mantuvo que la mesa de diálogo no pudo fructificar porque el movimiento estudiantil fue “tomado, cooptado y dirigido por los grupos más ultra, los más intransigentes e ideologizados”, según señaló el portavoz del gobierno, Andrés Chadwick.

El gobierno dejó claro que no se harán nuevas propuestas a los estudiantes, y que los proyectos de ley sobre educación –presentados sin haber sido discutidos previamente con estudiantes y profesores– seguirán su curso en el Congreso.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, llamó ayer a los estudiantes a que retomen nuevamente el diálogo.

“El gobierno tiene un compromiso claro y firme: garantizarle a todos educación de calidad, y es algo que necesitamos. Y en segundo lugar, garantizarles, a todos los que necesitan, educación gratuita”, insistió.

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