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Piden que se investigue la muerte de un joven en sanatorio de salud mental

"Ttoda muerte ocurrida en un contexto de encierro, ya sea en una institución pública o privada, se considera una muerte dudosa y por eso debe practicarse una autopsia rigurosa y observada en la que se preserve el cuerpo”.


Lucas Figueroa, de 19 años, murió este martes en el Sanatorio Neuropático de San Martin 5848 en donde estaba internado desde hacía más de un año. Según explicó a El Ciudadano el abogado de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, Salvador Vera, “el adolescente llegó allí siendo menor y a través de una medida excepcional articulada entre la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia y la Dirección de Salud Mental”.  Desde la organización que integra Vera pidieron a la Justicia que se investigue el deceso.

“Es imperioso que se investiguen las causas de su muerte porque nos han llegado datos extraoficiales de que Lucas, antes de morir, habría sufrido una crisis por lo que pudo haber tenido una sobremedicación”, explicó Vera.

En diálogo con este medio, el abogado dijo que “nos pusimos en contacto con la Fiscalía para que intervenga en la investigación porque nos enteramos, también de manera extraoficial, que el sanatorio habría acordado con la familia de Lucas hacer la cremación urgente y de esa manera no se va a poder determinar si tenía una sobredosis de psicofármacos”.

Por su parte, el psicólogo Mario López, de la Asociación Permanente por los Derechos Humanos, sostuvo que, tal como lo establece la ley de Salud Mental, “toda muerte ocurrida en un contexto de encierro, ya sea en una institución pública o privada, se considera una muerte dudosa y por eso debe practicarse una autopsia rigurosa y observada en la que se preserve el cuerpo, lo que en este caso no se hizo”.

“En este caso se debería aplicar el protocolo modelo de autopsia Minesota, que es muy específico para este tipo de casos y plantea prácticas rigurosas para la preservación del cuerpo y posibles futuros análisis”, agregó López.

Un derrotero hacia la muerte

La vida de Lucas no había sido fácil desde que era niño. Laura, una acompañante terapéutica que estuvo con él durante varios años, y que lo conocía desde los 12, contó ayer que “era un chico como todos los chicos de su edad, que le gustaba ir a pescar, le gustaba ir a la pileta y que se enojaba si la cargaban a la hermana pero que nació y creció en un contexto que no lo ayudaba”.

“Lo único que puedo decir es que estoy muy angustiada. Lo que le pasó a Lucas le puede pasar a otros muchos chicos y chicas como Lucas que deambulan por distintas instituciones de salud mental, puestos ahí por el Estado y que después el mismo Estado los deje a la deriva sin controlar qué es lo que pasa en esas instituciones y cuál es el tratamiento que reciben”, aseguró.

Laura aclaró que “hasta donde yo tengo conocimiento Lucas no tenía problemas de consumo sino una patología que bastante difícil de diagnosticar”. Al respecto, dijo que antes de ser derivado al Santatorio Neuropático, había recibido asistencia en el Centro de Salud Mauricio Casals, de bulevar Seguí al 5800.

“Ellos (por el Centro Casals) tienen la historia familiar y clínica de Lucas, sé que pasó por situaciones terribles, situaciones de abandono e incluso otras más graves todavía. Cualquier persona que atraviese cosas como las que le tocó vivir a Lucas tendría crisis. Yo también haría una crisis. Lo terrible es que el Estado no se haga cargo y que hay muchos Lucas deambulando por distintas instituciones”, agregó la acompañante.

Finalmente, Laura dijo que se cruzó con Lucas en el verano durante una salida que el adolescente tuvo a una colonia: “Lo vi muy medicado, babeando al hablar y con movimientos muy lentos”.

La versión oficial

Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmaron el deceso del joven en el Neuropático y dijeron que “se está tratando de ubicar a la familia para entrevistarlos pero que no hay denuncia en Fiscalía al respecto”.

“Se evalúa iniciar Investigación en la unidad de Homicidios Culposos pero se deben corroborar primero algunos datos y ver si la familia tiene que aportar alguna información”, agregaron desde el MPA.

El Ciudadano intentó comunicarse sin éxito con la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia para obtener una declaración sobre lo ocurrido, ya que en algunos medios locales trascenció que desde el área dijeron que “los médicos le entregaron a la familia de Lucas un certificado de defunción que decía que había fallecido por muerte súbita”.

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