Familiares, amigos y vecinos de Matías Orsi se concentraron ayer en la puerta de Tribunales federales para pedir, en forma pacífica, su excarcelación. El joven, que cumplió 28 años el sábado pasado en una celda del penal federal de Ezeiza, está procesado por el juez rosarino Marcelo Bailaque como partícipe de una banda que comercializaba estupefacientes, además de tenencia ilegítima de documentos de identidad. Sin embargo, sus allegados aseguran que tal imputación es errónea y que su detención, a fines de septiembre pasado en un departamento céntrico, fue por estar “circunstancialmente” en la casa de un alumno cuyo domicilio era uno de los 14 allanados en forma simultánea por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Con una apelación en curso, tres negativas de excarcelación y el reclamo instalado en los medios y redes sociales, la defensa de Orsi consiguió que en la mañana de hoy la fiscal de la causa tome declaración a los testigos ofrecidos.
Entre las personas citadas se encuentra el portero del edificio de Presidente Roca 653, donde Matías iba dos veces por semana a dar clases de guitarra a un “fan” de sus bandas del estilo musical hardcore; vecinos de ese departamento; la supervisora del call center ubicado en Sarmiento al 700 donde el muchacho trabajaba hacía casi dos años por un magro sueldo, y el dueño de una sala de ensayos donde Orsi grabó parte de la discografía de Knockout y El Camino Más Difícil, los dos grupos musicales que integraba.
Su abogado, Jorge Bedouret, tildó la detención como “una barbaridad” y dijo que los testigos ofrecidos pueden demostrar que Matías no vivía en el departamento donde se hallaron altas dosis de cocaína, marihuana y éxtasis ya que “todos saben que era el profesor de música”.
En la mañana de ayer, unas 300 personas se concentraron de forma pacífica en la puerta de los Tribunales federales de bulevar Oroño al 800 para pedir la liberación del músico al que describieron como un bohemio, que anda en colectivo de un lado a otro porque no tiene vehículo, no le interesa la ropa y cuya única pasión es la música que se toma con seriedad, un perfil más que ajeno a la ostentosa parafernalia que rodea a los narcos.
“Mi hermano es vegetariano, es re bohemio. No le interesa la ropa, no tiene auto ni moto. Todavía vivía con mis padres. Hay conclusiones que son de sentido común. Si vos estás metido en un negocio de esos no vas a trabajar en un hall center donde la gente se estresa y no dura nada. Por donde se lo mire no cierra. Su casa no fue allanada, él no era investigado. Creo que estas cuestiones mínimamente tendrían que generar una duda. Y si hay una duda no tendría que estar detenido”, dijo Gustavo, uno de sus hermanos mayores.
“Estamos aquí para pedir por la libertad de mi hermano, es inocente y estamos en condiciones de probar que no está vinculado a nada que tenga que ver con el narcotráfico”, agregó Gustavo.
Con pancartas que decían “Libertad para Matías” y “Justicia para Matías”, entre otras, el hermano del músico adelantó que mañana presentarán ante la fiscal federal de la causa, Liliana Bettiolo, pruebas y testigos para demostrar la inocencia del joven.
Por su parte, Agustina (20), una estudiante universitaria que está de novia con Matías Orsi desde hace dos años, explicó que “el pedido de pronta libertad es para que la Justicia vea la cantidad de gente que conoce a Matías, que viene a dar la cara porque cree y sabe que él está en la cárcel por error”.
A la desgracia de su detención, se sumó la repentina muerte de su padre, quien sufrió un paro cardíaco en la puerta de la Alcaldía Mayor de Jefatura, cuando salía de visitar a su hijo, el pasado 14 de octubre. “Esto que nos está pasando es una tragedia en todo sentido. Ya nos arruinaron la familia con lo que le pasó a mi viejo, y ahora le están arruinando la vida a un pibe de 28 años”, dijo en declaraciones a El Ciudadano Gustavo, tras agradecer el acompañamiento de todas las personas que participaron de la marcha, entre las que había familias enteras, vecinos suyos y de sus padres, además de amigos de Matías que cantaron y levantaron carteles que bregaban por su libertad.
La causa penal por la que fue detenido y procesado Orsi data de más de tres años, cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria comenzó a investigar una red de búnkers de drogas en los barrios La Cerámica y La Esperanza, en el extremo norte de Rosario, y que luego engrosó con el seguimiento de sus proveedores.
El pasado 26 de septiembre el juez federal Nº 3, Marcelo Bailaque, firmó 14 allanamientos (en Rosario, Santo Tomé y Capital Federal) a fin de desbaratar una banda cuyo sindicado líder, identificado como Ignacio Actis Caporale, de 24 años y conocido como Ojitos, Nacho o Nachito, permanece prófugo.
Orsi fue detenido por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) junto a Leandro Sebastián Cano (21) y Daniel Leandro Illanes (25), en uno de los 14 allanamientos realizados para desbaratar la banda cuyo liderazgo se atribute a Ojito, en los que se secuestraron distintas drogas.
“Las veces anteriores le denegaron la libertad basándose en que existía riesgo procesal de fuga o de entorpecimiento de la Justicia y en que la condena que podría aplicársele es muy grave, pero él no tiene nada que ver, no tiene ese perfil, es músico, es re bohemio, nada que ver”, explicó Gustavo Orsi.
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