La extendida polémica por el proyecto del Gobierno provincial de levantar sobre la ribera del Paraná una megaobra conocida como Puerto de la Música, derivó ahora en la intención de los concejales del PJ de convocar a un plebiscito para conocer la opinión de los ciudadanos.
No es, sin embargo, el primer embate de la oposición contra el plan socialista: días atrás, el ex intendente y actual concejal Héctor Cavallero desafió públicamente al gobernador Hermes Binner para que realice una consulta popular para validar la propuesta.
“Hoy Rosario está dividida en una ciudad costanera, en el centro, para mostrar hacia afuera con intención turística; y otra ciudad abandonada que está en los barrios”, graficó Cavallero.
El Puerto de la Música, obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, supone una inversión de $ 520 millones para dotar a Rosario de un centro de artes escénicas, centro de exposiciones y escuela de música que podría estar terminado en 2012.
Los argumentos de la oposición se centran, fundamentalmente, en la necesidad de priorizar el gasto público, dándole solución a la falta de servicios básicos en la ciudad. Como ejemplo basta un sólo dato: el 35% de los rosarinos no tiene cloacas.
“La provincia debería hacer la obra de cloacas, priorizar la igualdad en toda la ciudad, pensar en una mayoría que carece de este servicio entre otros y no dar lugar a los privilegios para una minoría acomodada”, sostuvo Cavallero.
En este sentido, los concejales plantean que cuando el Gobierno intenta justificar el origen de los fondos para la obra lo hace mediante la figura de “donaciones de privados”.
“La propuesta parece ser que si usted pone 100 mil dólares, se le ofrece una cantidad de entradas preferenciales a espectáculos y el permiso de utilizar el hall para fiestas particulares, es decir que se va a utilizar un espacio público con personal estatal para eventos de particulares. Esto se parece más a Macri que a un Binner que se proclama socialista”, denuncian.
La otra objeción que se plantea tiene que ver con el hecho de quitarle al puerto de Rosario cuatro de las 106 hectáreas que posee para el desarrollo de la obra. Como se sabe, la terminal portuaria es un eslabón clave no sólo de la economía provincial, sino también de la historia de Santa Fe.
Este cuestionamiento, precisamente, le costó recientemente el puesto a Pablo Ferrés, ex titular del Ente Autárquico Puerto Rosario, que fue desplazado por orden del propio Binner. En su lugar asumió Ana Brunet, ex coordinadora provincial de Puertos, quien según supo este diario en las últimas horas habría presentado la renuncia, que fue rechazada.
Frente a tantos obstáculos, la búsqueda de alternativas por parte del Socialismo giró hacia otros lugares. Ayer, por caso, funcionarios bolivianos y provinciales recorrieron la zona franca de Bolivia (actualmente en desuso), ubicada en el área costera, entre la Estación Fluvial y la intersección con Avenida Pellegrini. Desde hace varios años, la Municipalidad de Rosario y el Gobierno provincial buscan recuperar el predio -cedido al vecino país en 1976- para su reconversión. Precisamente, el destino de la zona franca fue uno de los temas que Binner y el presidente Evo Morales habían abordado en la última cumbre del Mercosur que se realizó en San Juan. Por eso ayer todas las miradas apuntaban a la posibilidad de que el Gobierno santafesino apueste a trasladar el Puerto de la Música hacia los terrenos bolivianos.
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