Policiales

"El Madoff argentino"

Piden juicio para empresario por la mayor defraudación de la historia argentina

La solicitud de la Fiscalía abarca a Enrique Blaksley y otras 16 personas, quienes con la firma Hope Funds estafaron a más de 300 ahorristas y entre otras operaciones llegaron a una malversación de fondos por unos 1.500.000.000 de pesos. En 2014, el empresario intentó traer el Hard Rock a Rosario


Enrique Juan Blaksley Señorans tiene 53 años y fue apresado en abril de 2018.

El hombre detrás de la mayor defraudación de la historia argentina y 16 personas de su entorno están a un paso del juicio oral, luego de que la titular de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal 12 Alejandra Mángano solicitara el pedido de elevación a juicio de la causa que lo investiga por una malversación de fondos por 1.500.000.000 pesos.

Se trata de Enrique Juan Blaksley Señorans, el hombre de 53 años conocido como el Madoff argentino, quien por el 2014 intentó traer el Hard Rock a Rosario. La organización llevaba adelante desde 2007 las operaciones de inversión a través de la empresa Hope Funds SA y prometía altos intereses para los ahorristas. En la causa figuran 318 víctimas de los engaños de la empresa, a los cuales se suman a truncos proyectos inmobiliarios.

En la requisitoria de la fiscal Mángano presentada ante la jueza María Romilda Servini de Cubría solicitó el juicio oral de manera parcial para Blaksley; su cuñado y gerente administrativo de Hope Funds, Federico Dolinkué, de 46; al encargado de formar las sociedades en el exterior, Alejandro Miguel Carozzino, de 37, y a la gerente comercial, su cuñada Verónica Vega, de 43, junto con otras 13 personas. Todos investigados por los delitos de asociación ilícita, estafa, insolvencia fraudulenta, intermediación financiera no autorizada y lavado de activos de origen ilícito.

Con respecto a la pesquisa que comenzó a principios de 2017, la Procuraduría General de la Nación detalló que investigó a una organización destinada a cometer delitos fraudulentos desde su creación en 2007 hasta la actualidad, la cual estaba liderada por el empresario. De acuerdo con la investigación, el monto global involucrado en las defraudaciones es de arriba de los 1.500.000.000 pesos y 318 víctimas fueron estafadas.

Los roles

La fiscal, en su requerimiento del viernes 24 de mayo, sindicó a Enrique Blaksley como jefe de la asociación ilícita, y a Dolinkue, Carozzino, Vega y Willa, como integrantes del núcleo jerárquico del grupo.

Finalmente como miembros y participantes de las diversas maniobras del grupo: Rafael María De La Torre Urizar, Guillermo Müller, Esteban Casco, María Rita Blaksley, Alexis Dietl, Francisco Blaksley, Juan Pablo Blaksley, María Paola D’Angelo, Felipe Badino, Olga Masdeut, Damián Gómez y Daniela Sarsa.

El empresario fue apresado en abril de 2018 tras una orden de la jueza Servini de Cubría por múltiples delitos: asociación ilícita, estafa, circulación y reinserción en el mercado de fondos, evasión fiscal y quiebra fraudulenta.

A los cinco meses de ser apresado, Hope Funds SA, la exclusiva empresa que había sido espónsor de los mayores referentes del polo argentino y trajo a Usain Bolt, Roger Federer y Venus y Serena Williams, se apagó luego de que le decretaran la quiebra.

Cómo estafaban

La causa se inició a partir de una denuncia formulada por el área de Grandes Contribuyentes Nacionales de la Afip luego de corroborar la existencia de una estructura jurídica y operativa destinada a captar fraudulentamente sumas de dinero de ahorristas en todo el país, por fuera de lo que prevé la Ley de Entidades Financieras.

Por ese tiempo, el Afip había detectado un entramado societario con dos fines: captar el ahorro del público ofreciendo exorbitantes tasas de interés y, por otro, enviando ese dinero a distintas sociedades radicadas en paraísos fiscales, principalmente en Panamá.

Según la acusación, la maniobra implicaba que Enrique Blaksley se presentara como un exitoso hombre de negocios, que previamente se encargó de posicionar publicitariamente a su empresa Hope Funds SA en diversos eventos masivos y, de esta forma, consiguió con facilidad que una numerosa cantidad de personas confiara en él –y su firma–, entregándole sus ahorros.

Para la fiscal, el aspecto de solidez y confianza de la empresa se basó en una construcción a partir de supuestas vinculaciones con personas de renombre, con la participación de las empresas que forman parte de su conglomerado en diversos negocios reconocidos, como Hard Rock o Hertz, y la utilización de los propios mutuantes, y así conseguir datos de personas a las que luego se les ofrecerían las inversiones.

La empresa utilizaba marcas reconocidas ajenas para generar credibilidad en los negocios, lo que en realidad no era más que una pantalla para hacerse de fondos propios.

En el expediente se detalla que los gastos de marketing fueron solventados por los ahorristas y no con fondos de la compañía. Según el documento de la Fiscalía, el monto global involucrado en las estafas arribaría a la suma de 1.500.000.000 de pesos.

Entramado societario y lavado de activos

La compleja red de sociedades utilizadas por la organización les permitió a los imputados insertar en el mercado el dinero obtenido ilícitamente con el fin de darle apariencia lícita. Se valieron cuanto menos de 42 sociedades y 3 fideicomisos inmobiliarios en el ámbito nacional, y 66 sociedades en el exterior. Estas últimas se radicaron en 13 jurisdicciones, entre las que se encuentran los Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, Perú, Islas Vírgenes Británicas, España, Italia, Indonesia, Marruecos, Singapur, Suiza, Nueva Zelanda y Curazao.

En el expediente figura que en el caso de las sociedades nacionales algunas contaban con actividad real, mientras que otras eran solamente una pantalla. En ambos casos fueron utilizadas como vehículo para canalizar los fondos de origen delictivo.

Las sociedades extranjeras se utilizaban para canalizar los activos ilícitos obtenidos de las estafas hacia el exterior, al no contar con un flujo comercial transparente que permitiera justificar la adquisición de inmuebles, ni el movimiento de dinero en cuentas bancarias.

A modo representativo, la Fiscalía constató que lavaron activos por 331.229 dólares mediante la utilización de un fideicomiso inmobiliario suscribiendo adhesiones a personas que carecían de capacidad económicas.

Tales participaciones luego fueron cedidas a una empresa fantasma que las cedió nuevamente a Hope Funds SA, dotando a ese crédito de una apariencia de licitud.

Cooperación internacional

Para la investigación llevada a cabo, la fiscalía libró más de veinte exhortos internacionales a fin de solicitar cooperación a Panamá, Suiza, España, Marruecos, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Estados Unidos, Indonesia, Nueva Zelanda, Italia, Perú, Uruguay, Costa Rica, Singapur, Alemania, Letonia, Austria, Hong Kong, San Cristóbal y Nieves, Curazao, China y Barbados.

La causa es investigada por la fiscal Mángano en conjunto con la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo de Laura Roteta y Mario Villar, y con la colaboración de la Dirección General de Recuperación de Activos y Decomiso de Bienes (DGRADB) de la Procuración General de la Nación, a cargo de Carmen Chena.

Un Hard Rock Café en Rosario

Enrique Blaksley intentó en 2014 abrir un Hard Rock Café en la esquina de bulevar Oroño y Rivadavia a través de Hope Funds. La propuesta fue analizada por los concejales, quienes solicitaron informes sobre el origen de los capitales. Además, la intendenta Mónica Fein viajó a Buenos Aires y se reunió con el entonces fiscal federal a cargo de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), Carlos Gonella. Tras la reunión, el Ejecutivo municipal no habilitó el proyecto.

¿Quién es Maddof?

Bernard Madoff, de 81 años, es considerado como el hacedor de uno de los mayores engaños de la historia estadounidense. Su firma se creó en 1960 en la bolsa de Wall Street y en 2008 se descubrió su operatoria que llegó a los 65.000 millones de dólares. La estafa alcanzó a 1.400 ahorristas y fue condenado por la Justicia de Estados Unidos a 150 años de prisión.

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