Un fiscal pidió al máximo tribunal de Brasil que investigue al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y a encumbradas figuras del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer, por su presunta participación en actos de corrupción en la empresa Petrobras.
La solicitud del procurador general de la República, Rodrigo Janot, elevada al Supremo Tribunal de Brasil (STF, corte suprema), añade fuego a la caldera en la que se ha convertido Brasil en medio del trámite de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff que se desarrolla en el Senado por impulso de la oposición.
La petición del acusador involucra a 30 políticos, entre ellos tres miembros del gabinete de Rousseff. Se trata de los ministros de la Secretaría de la Presidencia, Ricardo Berzoni (ex presidente del PT y ministro de varias carteras en las presidencias de Lula y Dilma); de Información, Edinho Silva; y del jefe de gabinete de la Presidencia, Jaques Wagner.
Pero también figuran importantes personalidades del PMDB, la fuerza política que lidera Temer, el hombre que aspira a asumir la presidencia de Brasil en el caso de Rousseff sea destituida o separada temporalmente de su cargo.
Ellos son Henrique Eduardo Alves, ministro de Turismo hasta que esa formación rompió con Rousseff hace poco más de un mes; el jefe de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, y Silas Rondeau, quien fue el titular de Energía durante el gobierno de Lula, informó la agencia española EFE.
Janot también incluyó en su acusación al asesor personal de la presidenta Giles de Azevedo y a Erenice Guerra, sucesora de la mandataria en el Ministerio de la Presidencia durante la gestión de Lula. El ex presidente de Petrobras José Sérgio Gabrielli está incluido en la nómina.
Al analizar el comportamiento de algunos miembros del PT en el caso, el fiscal dijo haber haber encontrado elementos que demuestran que hubo una “organización criminal” que “tuvo un alcance más amplio de lo que se imaginaba” en Petrobras y “con una enorme concentración de poder de los jefes de la organización”.
Añadió que esa organización “jamás” podría haber funcionado por tanto tiempo y de “una forma tan amplia y agresiva” en el ámbito del Gobierno federal sin la participación del ex presidente Lula.
Al margen de la actividad dentro del Poder Judicial, una comisión especial del Senado siguió hoy con el análisis del caso Petrobras, a pocos días de la decisión definitiva acerca de si corresponde o no que se inicie el juicio político contra Roussef.
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