La locura por conseguir una entrada para la final del domingo entre Argentina y Alemania lleva a que los revendedores se abusen de los fanáticos desesperados. En algunas páginas de internet se llega a pedir 129 mil pesos por un ticket con la “garantía” de que van a entrar en el estadio.
Originalmente, las entradas más baratas arrancaban desde los u$s 484 ($3420). Sin embargo, en suelo brasileño se pueden conseguir desde las u$s 1000 ($8160) hasta los u$s 4000 ($32640).
En algunos casos, se ofrecen entradas desde los 75 mil pesos, aunque las mismas deben ser retiradas por Río de Janeiro, lo que enciende la alarma de los compradores, que dudan de autenticidad, y temen embancarse en un gran viaje y quedarse con las manos vacías.
Oficialmente, la Fifa le vendió el 8,7% de las entradas a hinchas argentinos, mientras que el 8,1 es para los alemanes. En resto se reparten en un 48% los brasileños; 5,6, españoles; 5,3 ingleses, y el 4,5 restante norteamericanos.
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