Política

Desastre ambiental

Piden explicaciones sobre la autorización para sobredragar el río Paraná

El jueves pasado se sancionó en la Legislatura un proyecto para que el Ejecutivo provincial de cuenta de los permisos otorgados a la empresa Jan De Nul para realizar trabajos de sobredragado 


La región del Delta del Paraná continúa siendo diezmada por una crisis ambiental sin precedentes que sigue teniendo al ser humano como su primer responsable: incendios que arrasan cientos de miles de hectáreas, sequías pronunciadas y bajantes históricas del río, son la cara más oscura en los desmanejos de los recursos naturales en Argentina y en toda Sudamérica.

En las últimas semanas los santafesinos vienen siendo testigos desafortunados de los efectos de esta crisis climática ya declarada. Recientes videos de desmoronamientos y derrumbes instantáneos en las riberas y barrancas de la región recorrieron el país. El oleaje de los barcos, en un contexto de menor altura del río, socavó acantilados hasta dejarlos sin sustento. “Vemos como desaparece nuestra superficie costera, nuestra historia, los humedales y toda la vida que habita ahí”, dijo la diputada Mónica Peralta con tono de preocupación.

En este grave escenario se conoció recientemente que, desde mayo, se vienen realizando tareas de sobredragado tendientes a elevar la profundidad del río. Según medios especializados en agronegocios, la meta es aumentar dos pies adicionales para compensar el bajo nivel del río con el fin de facilitar el tránsito fluvial disponiendo, para tal objetivo, de cinco dragas en actividad las 24 horas y los siete días de la semana.

Ante esto la diputada provincial criticó la decisión de las autoridades nacionales y provinciales de autorizar este trabajo: “De una vez por todas habrá que ser claros y responder sí garantizar la continuidad de un modelo vale más que cuidar nuestro ambiente. O sí, por el contrario, se le seguirá poniendo precio al futuro, como describen con precisión los exportadores cuando dicen que, ´el bajo nivel del río representó en 2020 una pérdida de 244 millones de dólares para las exportaciones de granos por no poder cargar los buques en los niveles habituales´”.

Peralta evaluó como “de extrema gravedad” la decisión de avanzar en estos trabajos “sobre un río ya golpeado por la bajante”. Y cuestionó “el silencio del gobierno de Santa Fe ante las tareas de dragado que se vienen realizando día y noche en el Paraná siendo nuestra provincia la más afectada de la llamada Hidrovía con 800 de los 1200 kilómetros de extensión sobre sus costas”.

“Queremos saber quién autorizó a la empresa Jan De Nul a sobredragar con dos pies adicionales el río Paraná”, indicó la legisladora al momento de ingresar el proyecto en la Cámara de Diputados el último jueves contando, para la ocasión, con el acompañamiento de sus pares Rubén Giustiniani, Ariel Bermúdez, Erica Hynes, Carlos Del Frade y Gabriel Real. Sancionado el proyecto en esa misma sesión, Peralta amplió: “No sólo queremos saber quién avaló este ecocidio, también pedí al Ejecutivo que eleve una urgente convocatoria al PIECAS para intentar frenar este desastre ambiental”.

A la masiva mortandad de peces que fue una postal repetida durante 2020, la desaparición en sólo un año de medio millón de hectáreas de humedales por el fuego crimilar de los incendios, las consecuencias en la salud de la millones de personas producidas por el humo de las quemas, la sequia, los desmontes, y la pérdida de vida animal y vegetal, entre otros críticos ejemplos, se suman nuevas formas de un mismo ecocidio: “Estamos siguiendo con mucha preocupación como se está comenzando a ver afectada la captación de agua en las siete plantas del río Paraná que brindan suministro de agua potable a más de 2 millones de santafesinos”, alertó la Diputada quien forma parte de la Comisión de Medioambiente y recursos naturales de la Cámara de Diputados. Y sumó: “Santa Fe vive una crisis ambiental que algunos especialistas ya pronostican como la peor de la historia”.

Para concluir, la diputada alertó sobre otro indicio peligroso que sigue de cerca: “A los derrumbes y desmoronamientos de la costa que estamos monitoreando, se suman los cambios en los cursos y la velocidad de las aguas que puedan poner en riesgo la estabilidad de obras existentes como las defensas del puente Rosario-Victoria y la protección de la cubierta del Túnel Subfluvial, entre otras”.

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