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Solidario

Piden donaciones para comedor donde se alimentan 100 familias

Es para hacer frente a un doble problema: aumento de precios de insumos y más personas que buscan una ración diaria. “Dorita” funciona en Pacheco al 600 y además de alimento ofrece talleres para adultos y niños .


En el marco de un contexto económico con aumento en los precios de la canasta básica, suba de alquileres y tarifas, los responsables del comedor “Dorita”, ubicado en Pacheco al 600, en el límite del barrio Toba de la zona norte, organizaron una campaña para recolectar donaciones de alimentos con el objeto de continuar con las raciones que otorgan durante 4 días a la semana a adultos y niños de la zona. El lugar, donde además se ejercen talleres de oficios, funciona desde abril de este año y en sólo cuatro meses la cantidad de asistentes subió de 70 a 400 personas que se acercan en busca de alimento. Ante el aumento en los costos, la alta demanda y la merma de donaciones, Facundo Vijande, su fundador se mostró preocupado por la situación y advirtió que de no modificarse el comedor deberá cerrar uno de los días.

“Estamos tratando de gestionar algún tipo de ayuda del Estado. Hoy recibimos a 100 familias, a quienes le brindamos el almuerzo y una merienda cuatro días a la semana: lunes, martes, jueves y viernes. Recibimos donaciones más mi aporte económico, pero empezaron viniendo 70 personas y nunca pensé que iba a venir tanta gente. Estamos necesitando alimentos porque estamos desbordados. Si no cambia la situación vamos a empezar a dar raciones, sólo tres días”, explicó Facundo Vijande, el gestor de la iniciativa.

Según contó a este diario, el comedor funciona desde abril de este año, en un galpón que alquiló frente a su casa. Dorita, el nombre del lugar, es un homenaje a su madre, la cocinera oficial del emprendimiento que lleva adelante con su familia, y quien le inculcó el deseo de ayudar a los demás.

“Hace dos años cerró otro comedor que quedaba a media cuadra, al que apadrinaba y del que era colaborar. En su momento no me animé a seguirlo, pero a fines del año pasado surgió la idea y me decidí a poner mi propio comedor. Vendí el auto que tenía, alquilé un galpón, lo acondicioné y empecé a comunicar por las redes lo que estaba haciendo. La gente del barrio ya me conocía, algunos me ayudaron con algunas donaciones y lo fui armando. Mi mamá siempre invitaba a chicos a comer a casa, salía a regalar juguetes, fue la que nos fue llevando a esto. Cuando le conté del proyecto, renunció a un trabajo para darme una mano y para agasajarla le puse su nombre al comedor”, relató Facundo sobre el surgimiento del proyecto que inauguró el pasado 6 de abril y hoy funciona con demanda creciente en Pacheco 657.

Además de brindar almuerzo y merienda a 100 familias, el lugar ofrece talleres de ayuda escolar para los más chicos, alfabetización para adultos, taller de panadería y huerta. “Además de mi familia, vienen dos psicólogas, maestras y un grupo de colaboradoras. Las mismas madres de los chicos que concurren se involucraron y nos ayudan con la comida y limpieza de la institución, que hoy alberga también a ancianos, madres solteras. Son unos 280 chicos y 120 adultos”, señaló Vijande, al tiempo que invitó a todo aquel que se quiera sumar a colaborar con el proyecto.

Sin recibir ningún tipo de ayuda oficial ni pertenecer a ningún partido político, Facundo describió cómo la situación se fue haciendo más difícil en los últimos meses. “La garrafa valía 120 pesos y ahora cuesta 240. Por mes tenemos un gasto fijo de 2.500 pesos en garrafas. De luz pagamos 1.000 pesos este mes, fui a gestionar un medidor social a la EPE, pero me pidieron un aval de la Municipalidad que no me dieron. Esta semana me autorizan la personería jurídica, así que voy a iniciar el trámite. Los insumos domésticos aumentaron también: la bolsa de papas pasó de 80 a 150 pesos”, detalló Facundo.

En tanto, a la suba de costos se sumó otra, la de las personas que concurren al comedor, lo que resulta en una ecuación negativa a todo nivel. “La mano de obra informal a la que se dedica la gente que concurre ha ido mermando, lo que hizo que la gente haya salido a los comedores a buscar ayuda, porque perdieron el poco ingreso que tenían”, concluyó.

Desde el comedor invitan a todos aquellos que quieran colaborar con alimentos, ropa, calzado, juguetes y libros a acercarse a Pachecho 657 o comunicarse a Comedor Dorita en Facebook para contactarse con la institución y ayudar a sostener el emprendimiento.

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