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Educación, pandemia y crisis

Piden ayuda alimentaria para 54 familias de alumnos de la Técnica Nº 6 que no tienen para comer

"Muchos alumnos de cuarto y quinto año empezaron a buscar trabajo. Algunos no pueden asistir a las clases virtuales porque están trabajando como cadetes o una changa, así que siguen las tareas a través de las aulas virtuales. Necesitan trabajar para poder parar la olla", dijo el director


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Desde el inicio de la pandemia, las escuelas continúan su dictado de clases de forma virtual. Si ya había síntomas de crisis económica, la emergencia sanitaria provocó una agudización de los mismos. Esto mismo notaron docentes, preceptores y tutores de la escuela Técnica N°6 –1° de Mayo y San Luis– que desde agosto se organizan para entregar una caja de alimentos a varias familias de la institución.

La Técnica 6 es una escuela secundaria con doble turno y un turno noche para estudiar distintos oficios, a la que asisten alrededor de 550 estudiantes. En dos meses, y con trabajo de rastreo de por medio, detectaron que el número de familias que necesita ayuda alimentaria se duplicó. Actualmente por lo menos 54 familias necesitan asistencia. En este marco, decidieron hacer un llamado a la comunidad para poder hacer una gran colecta el 20 de octubre. De 9 a 12 recibirán alimentos no perecederos en la escuela. A su vez, proponen un sistema de padrinazgo: que haya una persona o familia que pueda asistir a una familia en particular todos los meses.

La entrega de comida la hacen cada 15 o 20 días, intentando asistir lo menos posible a la escuela para prevenir posibles contagios. Toman todas las medidas de cuidado: distancia social, uso de tapabocas, limpieza de las cajas.

Trabajo colaborativo

Fue a partir de una búsqueda laboral por Whatsapp que un docente tomó conocimiento de la situación por la que estaba pasando una de sus alumnas de quinto año. Fernando Molinero, director de la escuela, contó a El Ciudadano que todo el cuerpo docente está haciendo un “esfuerzo enorme” en el contacto diario con los estudiantes. Destacó el trabajo de seguimiento que hicieron junto con tutores y preceptores, lo que les permitió tener una idea general de cuántas familias de la institución están pasando un momento difícil.

“Muchos alumnos de cuarto y quinto año empezaron a buscar trabajo. Algunos no pueden asistir a las clases virtuales porque están trabajando como cadetes o una changa, así que siguen las tareas a través de las aulas virtuales que les permiten hacerlo en cualquier horario. Necesitan trabajar para poder parar la olla en sus casas”, relató el director.

Molinero empezó a trabajar en la escuela en 1992. Desde entonces fue preceptor, regente, docente, vicedirector y desde 2018 director. Definió a esta colecta colectiva de alimentos como “una cruzada de corazón” y un llamado a la comunidad a solidarizarse con las personas que más lo necesitan.

“Nunca vimos una situación así, ni en 2001. En ese momento al menos se podía trabajar, ahora con la situación de pandemia se cayeron muchas fuentes de ingresos de mamás y papás que quizás se dedicaban a la venta ambulante de comida o mercadería, a la albañilería. Son laburos que no tienen un salario fijo, pero que les alcanzaba para cubrir sus necesidades básicas. También muchos estuvieron con dificultades para cobrar el IFE. Se juntan muchas situaciones, es un momento delicado”, planteó.

La escuela no cuenta con comedor ni entrega copa de leche, por lo que está teniendo complicaciones para conseguir bolsones de alimentos a través del Ministerio de Educación provincial. Molinero expresó que necesitan una ayuda que se continúe en el tiempo.

Cecila Davoli, psicóloga de la institución, enumeró algunos de los problemas económicos más comunes en este momento: deudas, pago de alquiler. “No les alcanza la plata. La ayuda que podemos ofrecer desde la escuela empieza a tener algunas limitaciones por eso se nos ocurrió hacer una extensión a la comunidad mientras esperamos alguna respuesta del Estado”.

Ambos contaron que si bien es una escuela ubicada en el centro rosarino, en barrio Martin, los alumnos que asisten no viven en esta zona. La mayoría es de barrios más alejados del centro, donde las necesidades se volvieron una preocupación desde mediados de 2019. La pandemia solo agravó un contexto económico que ya era difícil.

“Se acercaron muchas personas para ayudar hasta ahora. Amsafé también nos entregó algunos bolsones. Como todos vieron que no tenemos fines políticos, sino que es una cuestión de ser buena gente y pensar en los otros, se acercaron muchos”.

“Ahora estamos por empezar la inscripción para el ingreso 2021, esta escuela muchas veces es una segunda opción para estudiantes que quieren ir al Politécnico o al San José. Seguramente la crisis que estamos atravesando, la que los bolsillos familiares bajaron mucho, haga que la gente empiece a tener otro vínculo con las escuelas públicas”, planteó.

“Siempre hubo necesidad, pero nunca vi tanta necesidad como ahora”, concluyó. 

Para colaborar, se puede escribir al correo de la dirección: sec468.rosario(at)gmail.com

Se necesitan alimentos no perecederos como fideos, arroz, polenta, té, mate cocido, azúcar, yerba, galletitas, leche, harina, lentejas, latas de averjas, tomates o choclos, entre otros.

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