Política

Una fortuna lapidada

Pese al préstamo del FMI, el macrismo generó la mayor inflación en 30 años y una caída de 5% del PBI

En abril de 2018, el gobierno de Macri acordó con el FMI un crédito inicial de 50.000 millones de dólares que en poco tiempo se elevó a 57.000 millones de dólares. Pese al gigantesco desembolso, la economía perdió el rumbo por la fuga de divisas, el mayor desempleo, pobreza y cierre de empresas


Con el préstamo más grande otorgado en la historia del Fondo Monetario Internacional (FMI), el macrismo generó durante sus últimos dos años de mandato la inflación más elevada en tres décadas y una caída acumulada de casi cinco puntos del Producto Bruto Interno (PBI).

En abril de 2018, el gobierno de Mauricio Macri acordó con el FMI un crédito inicial de 50.000 millones de dólares que en poco tiempo se revisó hacia el alza y se elevó a 57.000 millones de dólares, de los cuales efectivamente se desembolsaron 44.100 millones de la divisa norteamericana entre 2018 y 2019.

Así, en dos años, la Argentina recibió del FMI la mitad de lo que había recibido en toda la historia de relación con ese organismo, según se desprende de los datos oficiales.

Las proyecciones iniciales del FMI para la economía argentina eran altamente optimistas: preveían una rápida recuperación económica y una reducción significativa de la inflación.

 

Récord de inflación y caída del PBI

Sin embargo, la inflación de 2018 fue de 47,6% y significó la más alta desde 1991, y en 2019 se volvió a marcar un récord, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepó a 53,8%.

Por su parte, el PBI cerró 2018 con una caída de 2,5% y terminó 2019 nuevamente con una baja de 2,2%, lo que representó una merma de casi 5 puntos en dos años.

Además, a partir de 2018, la salida de dólares de la Argentina se intensificó, lo cual se vio reflejado en una tendencia a la baja de las reservas del Banco Central.

Si bien cada desembolso del FMI contribuyó transitoriamente a fortalecerlas, el efecto fue efímero y la caída de reservas continuó hasta ubicarse en los niveles previos al acuerdo.

El último tuvo lugar en julio de 2019, dejando las reservas en 68.732 millones de dólares, para que luego de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) y con la caída de depósitos, se cierre el año con 44.781 millones de la misma moneda, de acuerdo con los registros del Central.

El primer desembolso del crédito del Fondo se hizo efectivo en junio de 2018, por 15.000 millones de dólares, que se destinaron a reforzar el presupuesto y las reservas.

En octubre se hace una primera revisión del acuerdo, acompañada de un segundo desembolso de 5.700 millones de dólares, y se resolvió expandir el monto original del acuerdo hasta 57.000 millones de dólares.

En el plan rediseñado, los desembolsos planeados para 2019 prácticamente se duplicaron hasta alcanzar los 22.800 millones de dólares, quedando para 2020-2021 apenas 5.900 millones de dólares.

La revisión del plan original se hizo porque el peso se depreció más rápido de lo esperado, pasando el tipo de cambio de 20 pesos por dólar en abril a 30 en julio y a 40 en octubre.

A cambio de la ampliación, la Argentina se comprometió a acelerar la consolidación fiscal, adelantando para 2019 la meta de déficit cero, originalmente prevista para 2020, y para ese año se puso como objetivo un superávit del 1% del PBI.

También se planteó la adopción por parte del BCRA de un sistema de bandas cambiarias con una política basada en la expansión nula de la base monetaria.

No obstante, el desempeño económico continuó siendo malo, ya que subió la inflación y aumentó la recesión.

La búsqueda del equilibrio fiscal en 2019 se hizo a través de la introducción de retenciones para todas las exportaciones, que habían sido recortadas algunas y eliminadas otras en 2016; del incremento en el impuesto a los Bienes Personales, y de la reducción de subsidios energéticos y gastos de capital, entre otras medidas.

En diciembre de 2018 se completó la segunda revisión del acuerdo con el Fondo, por lo que se efectivizó el tercer desembolso por 7.600 millones de dólares, con lo cual en el año totalizaron 28.100 millones de dólares los recursos otorgados.

Durante la segunda revisión, si bien el tipo de cambio estaba estabilizado en el límite inferior de la banda, cercano a los 40 pesos, la actividad económica se contrajo y cerró con una caída de 2,5%.

En febrero de 2019, en un contexto recesivo, con la inflación en 3,8% mensual y 51,3% anual, se contrajo aún más la política monetaria para cumplir con la meta de déficit cero.

En marzo, el FMI autorizó al BCRA a vender hasta 9.600 millones de dólares de sus reservas para mantener controlado el tipo de cambio.

En abril, se terminó la tercera revisión del acuerdo, que permitió el desembolso de 10.800 millones de dólares.

El 16 de abril, el BCRA comenzó a subastar hasta 60 millones de la divisa estadounidense por día para contener el tipo de cambio, y se estableció un piso en la tasa de interés de las Leliq de 62,5% anual que se mantuvo durante mayo y junio.

En julio se completó la cuarta revisión, que permitió un desembolso de 5.400 millones de dólares, totalizando hasta ahí los 44.100 millones de la misma moneda.

En agosto, cuando el entonces candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, se impuso en las Paso a Macri, con una ventaja de 16 puntos, el dólar se disparó a 60 pesos, y hubo una fuerte reducción de los depósitos en dólares.

El macrismo adoptó medidas de control de capitales, estableció la obligación de liquidar divisas provenientes de operaciones comerciales en corto plazo y puso un límite para la compra de dólares, primero en 10.000 y luego de las elecciones generales en 200.

El desembolso de septiembre de 2019, previsto en 5.400 millones de dólares nunca se realizó debido a la perspectiva de cambio de gobierno.

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