Una multitud estuvo presente esta tarde en la misa por el santo del trabajo. Pese al mal clima, miles de rosarinos participaron de la misa en la iglesia ubicada en Buenos Aires al 2100.
El arzobispo de la ciudad, José Luis Mollaghan, brindó una misa y en la homilía se expresó: “Venimos a pedir y agradecer. Pero son muchos los peregrinos que dicen que vienen más a agradecer, que a pedir. Y esto, porque han visto los frutos en sus vidas, y reconocen que la fe mueve montañas, y que Dios, a través de San Cayetano, les mostró que los ama inmensamente”.
Además, remarcó que “las personas que son víctimas de adicciones sienten desmoronadas su libertad”. Y agregó: “En este día del patrono de pan y del trabajo, y mirando a nuestro alrededor, podríamos hacer una larga lista de necesidades y necesitados; cada uno conoce, por ejemplo nuestros queridos ancianos y ancianas”.
Después de la misa, miles de files pudieron recorrer las calles del barrio, aunque el recorrido fue más corto de costumbre debido a las inclemencias del tiempo.
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