Un automovilista vio a un hombre herido ayer por la mañana al costado de calle San Martín, en el límite de Rosario con Villa Gobernador Gálvez, y llamó a la Policía. Era Juan Carlos Obregón, de 47 años, que falleció antes de llegar al hospital Roque Sáenz Peña a causa de los tres balazos que lo alcanzaron por la espalda. Según la investigación, momentos antes de su muerte, la víctima había sido perseguida por varias personas que la atacaron a tiros. La principal hipótesis indica que se trató de un ajuste de cuentas. Al cierre de esta edición, no había detenidos.
Juan Carlos Obregón vivía en una humilde casa ubicada en Jorge Chávez al 700, del barrio Molino Blanco. A pesar de que desde hacía unas semanas estaba separado de su mujer, Mirta, y no pasó allí las últimas noches, todos los días se acercaba a visitar a sus seis hijos, confiaron voceros policiales.
Juan Carlos tenía 47 años cuando fue abatido de tres disparos que le quitaron la vida antes de llegar a recibir asistencia médica.
Según fuentes de la investigación, cerca de las 11 de ayer la víctima comenzó a ser perseguida por un grupo de entre 6 y 7 personas, dos de las cuales estaban armadas.
Juan Carlos iba a bordo de su motocicleta por calle San Martín, casi al límite de Villa Gobernador Gálvez, escapando de sus perseguidores, cuando cayó al suelo, tras ser alcanzado por dos impactos de bala en la espalda y uno en el hombro izquierdo. Terminó en la banquina en medio de un reguero de sangre, al costado de una zanja y en la puerta de una huerta ecológica coronada por la imagen de la virgen.
De acuerdo con los voceros, al caer el hombre se golpeó la cara, lo que en un principio hizo suponer que también había sido atacado con un arma blanca, pero luego las heridas se atribuyeron a las escoriaciones provocadas por la caída.
Algunos testigos dijeron a la Policía que los integrantes del grupo que perseguía a Juan Carlos, al verlo tirado en el piso, huyeron en distintas direcciones. “La mayoría corrió por un caminito de tierra que comunica con barrio Las Flores a través de un descampado”, explicó un pesquisa a El Ciudadano.
Los familiares del hombre, en tanto, dijeron que en el lugar no se encontró la moto en la que se desplazaba Juan Carlos, por lo que suponen que el rodado fue robado por los mismos atacantes.
Unos minutos después del sangriento episodio, un automovilista que pasaba por el lugar vio al hombre herido sobre calle San Martín y llamó al 911. Personal del Comando Radioeléctrico se presentó a los pocos minutos en el lugar y trasladó al hombre al Hospital Roque Sáenz Peña, adonde llegó sin vida.
Los investigadores señalaron que la principal línea investigativa apunta a un ajuste de cuentas, ya que en la zona se comentaba que Juan Carlos tenía una deuda de algún tipo con las personas que lo corrieron y balearon. Las mismas fuentes refirieron que el muerto contaba con antecedentes penales, entre ellos infracciones a la ley federal de estupefacientes.
El hecho es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 12ª Nominación, con la colaboración de la sección Homicidios, la subcomisaría 20ª e Inspección 3ª Zona.
Comentarios