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Se hizo Justicia

Perpetua para un ex líder serbio por crímenes de guerra en Bosnia

Radovan Karadzic ,de 73 años, fue juzgado en segunda instancia por su responsabilidad en el asedio de Sarajevo y la masacre de Srebrenica en 1995, la peor cometida en Europa desde la Segunda Guerra


La Justicia internacional condenó este miércoles en apelación al ex líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, a cadena perpetua, por “la magnitud y crueldad sistemática” de sus crímenes de guerra y lesa humanidad durante el conflicto de Bosnia (1992-1995), endureciendo así su pena inicial de 40 años de reclusión.

Karadzic, de 73 años, era juzgado en segunda instancia por su responsabilidad en el asedio de Sarajevo y la masacre de Srebrenica en 1995, la peor cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. También estaba acusado por el desplazamiento de poblaciones con criterios étnicos en varias ciudades del país.

Los jueces en La Haya “imponen la sentencia de cadena perpetua” contra Karadzic, afirmó el presidente del tribunal, el juez Vagn Joensen. El ex jefe político de los serbios en Bosnia había sido condenado en primera instancia, en 2016, a 40 años de prisión. El veredicto en apelación lo pronunció el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI), que tomó el relevo del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) tras su cierre en 2017. Así, rechazó el recurso interpuesto por el acusado y condenó a perpetuidad a Karadzic, que escuchó, impasible, la lectura de su sentencia.

Fundamentos

“Este es un veredicto histórico para la Justicia. Si Karadzic no obtiene lo que se merece, eso supondrá que no hay justicia en este mundo y que es posible cometer crímenes sin arriesgarse a las sanciones”, había afirmado antes de la sentencia Munira Subasic, presidenta de la asociación Las Madres de Srebrenica, que perdió a su esposo y a su hijo de 16 años. Esta decisión de la Justicia internacional sobre la suerte de Karadzic, es una de las últimas en el marco del conflictivo desmoronamiento de la antigua Yugoslavia tras la caída del comunismo, en 1991.

El fiscal Serge Brammetz dijo que el veredicto mostrará a quienes aún apoyan a Karadzic en Bosnia y lo honran, que no es un héroe. “Este juicio comprobó lo contrario. Karadzic srá recordado en la historia como un criminal de guerra responsable de terribles sufrimientos  humanos”, dijo Brammetz en rueda posterior a la sentencia.

Veredicto festejado

La Unión Europea y Estados Unidos saludaron el veredicto como crucial para la reconciliación en la región, que Europa trata de mantener lejos de la influencia rusa. “La UE espera que todos los líderes de la región apoyen las decisiones de los tribunales internacionales”, señaló en un comunicado oficial la UE. Karadzic, ex presidente de la entidad de los serbios de Bosnia, la Republika Srpska, fue condenado por persecuciones, asesinatos, violaciones, tratos inhumanos o marchas forzadas durante el asedio de casi cuatro años de la capital bosnia, Sarajevo, en el que murieron 10 mil personas. En total, unas 100 mil personas murieron y 2,2 millones quedaron sin hogares durante los combates que se libraron en Bosnia entre 1992 y 1995, oponiendo a musulmanes, serbios y croatas. Tras la muerte durante su juicio del ex presidente serbio Slobodan Milosevic, en 2006, Karadzic era el más alto responsable en rendir cuentas por la guerra en Bosnia.

Masacre de Srebrenica

En 2017, el TPIY condenó a cadena perpetua por unos cargos similares al alter ego militar de Karadzic, el general Ratko Mladic. El ex comandante del ejército de los serbios de Bosnia, apodado el “carnicero de los Balcanes”, también apeló. Karadzic fue hallado culpable de 10 cargos, entre ellos el genocidio de Srebrenica, en el que murieron casi ocho mil hombres y jóvenes musulmanes. Sobrevivientes de la masacre habían pedido a la Justicia internacional que condenara a Karadzic a cadena perpetua. “Como el resto de supervivientes del genocidio de Srebrenica, espero que Radovan Karadzic sea condenado a perpetuidad”, declaró Amir Kulaglic, un bosnio musulmán de 59 años, antes de conocerse la sentencia.

Negación de los crímenes

Sin embargo, Belgrado podría rechazar el veredicto, según apuntó Izabela Kisic, directora ejecutiva del Comité de Helsinki para los Derechos Humanos en Serbia. “Desde hace mucho tiempo Serbia niega los crímenes de guerra y su visión sobre la guerra en Bosnia no cambió”, dijo, estimando que la situación incluso “se deterioró considerablemente”. En Bosnia, el gobierno de la Republika Srpska, anuló el año pasado un informe de 2004 sobre los asesinatos y montó una nueva comisión para investigar sobre esos crímenes, intentando hacer otro relato acerca de cómo ocurrieron.

Una herida que permanece abierta

El genocidio de Srebrenica ocurrió cuando ya se creía que los flagelos que se habían visto durante la Segunda Guerra no volverían a ocurrir. En 1995, en Srebrenica, durante la guerra que desmembraría a Yugoeslavia fueron ejecutados cerca de ocho mil varones bosnio-musulmanes. La masacre fue perpetrada por tropas serbobosnias, con tanto encarnizamiento que luego fue muy difícil encontrar los cadáveres para identificar a las víctimas.

De este modo, Srebrenica fue una muestra palpable del horror y la crueldad de esa guerra que comenzó mientras Yugoeslavia se disolvía como país. En julio de 1995 Ratko Mladic, comandante de las tropas serbobosnias, encabezó la entrada a Srebrenica, que estaba prácticamente vacía. Alertados sobre lo que podría ocurrir, la población masculina había abandonado la ciudad y se disponía a refugiarse en la ciudad de Tuzla, distante a 100 kilómetros. Pero la huida era pedestre, ya que no había vehículos disponibles y los serbio-bosnios aprovecharon esa situación para emboscarlos y asesinarlos.

Algunos de los hombres buscaron cobijo en una delegación de la ONU a cargo de tropas holandesas pero prontamente estas pactaron la entrega de los hombres a condición que fueran deportados a otras regiones. Pero los únicos que fueron deportados fueron las mujeres y los niños, los hombres quedaron prisioneros y en los días siguientes fueron ejecutados en distintas zonas de la ciudad. El terrible hecho significó una bisagra en la guerra de Bosnia. La comunidad internacional se sintió interpelada y finalmente se firmaron los Acuerdos de Dayton, garantizados por Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea.

En 2004 la Cámara de Apelaciones del Tribunal Penal Internacional ratificó un fallo de 2001, determinando el carácter de genocidio de lo ocurrido en Srebrenica. Esto sería corroborado en 2007 con una decisión de la Corte Internacional de Justicia. En esa guerra se involucraron tropas regulares y paramilitares de Serbia y Croacia, así como la ONU y la Otán. Todos los bandos cometieron crímenes de guerra. Pero los líderes nacionalistas serbios y croatas aspiraban controlar un territorio ideal de poblaciones homogéneas. Así se retoma a fines del siglo XX el concepto de limpieza étnica que costó cien mil víctimas y dos millones de refugiados.

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