Policiales

Intimidación a jueces

Peritan arma secuestrada tras atentado a tiros en Tablada

Jóvenes detenidos tras ataque a balazos perpetrado en Grandoli al 3800 el miércoles por la tarde ya habían sido demorados en la causa que investiga ataques a domicilios vinculados con magistrados de la megacausa Monos


La nueve milímetros será sometida a estudios para chequear si posee relación con otros atentados.

Dos jóvenes domiciliados en barrio Tablada fueron detenidos este miércoles por la tarde tras una persecución desatada a raíz de un tiroteo contra la entrada de un pasillo en Grandoli al 3800. Según fuentes policiales, desde una moto partieron al menos 7 impactos que no arrojaron heridos; cuando los efectivos llegaron al lugar del hecho nadie los recibió, pero poco después un dato de calle alertó que los sindicados tiradores habían recalado en un pasillo de Seguí y Chacabuco, desde donde intentaron escapar sin éxito pese a que aparecieron tres personas que intentaron entorpecer la detención. Los arrestados, tres jóvenes pibes de 20 años y un adolescente de 16, habían sido demorados, a fines de junio, en allanamientos por la Fiscalía de Delitos Complejos que instruye la hermética investigación por los atentados que sufrieron familiares del juez Juan Carlos Felipe Vienna, parte de una saga de balaceras que preocupa a autoridades políticas y judiciales desde fines de mayo.

La Planchada

Casi una decena de detonaciones quebraron la tensa calma de avenida Abanderado Grandoli, al 3800, una zona caliente de Tablada, intervenida en los últimos tiempos en forma intermitente por fuerzas federales y celosos controles de tránsito. Pasadas las 17.30 dos jóvenes montados en una moto buscaron el momento justo para hacer fuego sobre la entrada de un pasillo a la altura 3801 y huir a toda velocidad. Cuando los efectivos llegaron a ese punto nadie se animó a hablar; sin embargo, a través de un dato llegaron a la zona conocida como La Planchada, en Seguí y Chacabuco, y se toparon con dos jóvenes que intentaron huir por un pasillo antes de dejar tirado un rodado. Cuando la Policía les cercó el paso, tres personas salieron de una vivienda e intentaron frustrar la detención.

Como sospechados de balear el pasillo de Grandoli quedaron detenidos Matías Jesús P., de 22 años, quien será imputado en las próximas horas, y Lautaro N., de 16. Al primero, se le secuestró una pistola nueve milímetros. Los hermanos Brian y Alan S., de 20 y 18 años, y Natalia V., de 36, terminaron demorados porque la Policía consideró que entorpecieron el procedimiento. La moto, una Guerrero Keoken color rojo de 110 centímetros de cilindrada, había sido robada el pasado 23 de julio en Iriondo al 1000 en un robo calificado, según el dato de fuentes policiales.

Según fuentes consultadas por El Ciudadano, Matías P. posee antecedentes desde los 11 años por robo, estuvo mencionado en un homicidio, y es parte de un clan de Tablada integrado alguna vez por 18 hermanos y hermanas, hoy diezmado a 16, por el asesinato de dos de sus integrantes. El 20 de junio pasado Policía de Investigaciones allanó diversos domicilios en del sur en el marco de la causa que instruye la Fiscalía de Delitos complejos por la saga de balaceras a viviendas vinculadas con jueces de la megacausa Monos, Ismael Manfrín, Juan Carlos Vienna y Marisol Usandizaga, que a fines de julio sumaba ocho atentados, si se tienen en cuenta sendos ataques a los ex integrantes de la Brigada Operativa de la División Judiciales, que encabezó la pesquisa contra la banda con origen en La Granada en el fuero provincial allá por 2013: el subcomisario Luis Quevertoque y el sargento Ariel Lotito. Matías P., Lautaro N., Brian y Alan S. fueron detenidos en uno de esos allanamientos, donde se secuestraron ropas y drogas, aunque la acusación no prosperó y recuperaron la libertad. En tanto, Lautaro N. –detenido otra vez este miércoles– tenía 15 años en ese momento, y la Secretaría de Niñez quedó a cargo de su situación judicial, según confirmó una fuente de la pesquisa.

Hay pistas sobre ataques mafiosos contra jueces de Los Monos

Fuentes judiciales indicaron que el arma secuestrada en Seguí y Chacabuco será peritada para establecer si posee relación con otros hechos. Matías P., añadieron, será imputado este viernes a pedido del fiscal de Flagrancia en turno.

Uno de los hermanos de Matías, el albañil Julián Joaquín P., de 22 años, fue asesinado en junio de 2015 en una fiesta celebrada en Necochea y Centeno. Según contó un vecino, el destino del joven estuvo marcado por broncas ajenas pero vinculadas con alguno de sus hermanos: “Lo mataron en una joda del barrio por ser de Los Catitos, siendo que era buenito y trabajador”. Más atrás en tiempo, en la madrugada del 30 enero de 2014, Facundo Elías P. murió al ser alcanzado por un escopetazo en la espalda, en las inmediaciones de una rotisería a dos cuadras de su casa, en Esmeralda al 3900, cuando escapó saltando de un techo con un magro botín.

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