La uruguaya Ana Prada regresa a Rosario con Otra pecadora sola, un show en el que repasa sus tres últimos discos (Soy sola, Soy pecadora y Soy otra), que tendrá lugar este sábado, a partir de las 21.30, en la Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza), y que contará con Mercedes Borrell y Jorge Fandermole como invitados.
Prada, mujer del litoral uruguayo, conquistó con sus canciones, su personalidad, su compromiso y su frescura, no sólo a su país sino que trascendió fronteras fuertemente en Argentina y en toda Latinoamérica. De hecho, las melodías y ritmos por los que transita, recorriendo valsecitos y milongas, chacareras y carnavalitos, colaboran a ese enfoque personal donde se transmite una delicada vitalidad que sabe combinar muy bien con lirismo e ironía.
“Debo decir que en realidad es una trilogía que no nació como tal, no surgió desde un principio como algo pensado”, dijo Prada a El Ciudadano el año pasado cuando vino a presentar Soy otra. Y agregó: “Primero, con Soy sola, se fue abriendo un camino; después vino Soy pecadora, y al final, con Soy otra, sí pensé un nombre como para poder darle un cierre a esta trilogía. Son esos tres mojones, mis tres disquitos que me han puesto en este camino de la composición en un principio, porque siento que estos tres discos me han señalado el rumbo. Porque si bien yo siempre estuve vinculada a la música, no lo hice desde la composición propiamente dicha, y además dentro de un proyecto que lleva mi nombre por delante”.
A través de sus tres discos como solista, Prada mostró una visión particular de las cosas. Su rico patrimonio de bellas y pequeñas canciones abrazan esas sensaciones íntimas y primarias que inequívocamente encuentran su correlato universal. Lo femenino, como expresión, consigue en Prada una voz que amplifica esa coexistencia de la extrema fragilidad y la extrema firmeza.
Al cierre de Soy otra, aparece el corte “Otra pecadora sola” que da nombre al nuevo show. Respecto de ese tema, Prada expresó: “Ese tema contiene los tres nombres pero al revés; resume un poco todo este recorrido. En el tema, me tomo la licencia de nombrar a Queyi, cantautora española que ha compuesto varias canciones conmigo; al bar de Ajo, una madrileña poetiza de la que también he musicalizado poemas, y que tiene un bar en Madrid que se llama La Realidad, algo que siempre me dio mucha gracia porque decimos «nos vemos en La Realidad», y es como justamente lo contrario, porque uno va a los bares para olvidarse de la realidad. Es decir: me tomo algunas licencias porque la considero una canción bien de cierre de ciclo”.
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