Policiales

Crimen de Villa Gesell

Pericias: Máximo Thomsen fue el rugbier que le pegó la patada en la cara a Fernando Báez Sosa

La pericia scopométrica para identificar cuál había sido la zapatilla con la que golpearon ferozmente en la cabeza a Fernando Báez Sosa​, de cuyo crimen ocurrido en Villa Gesell se cumplen seis meses este sábado, arrojó un resultado contundente


Después de seis meses de análisis, se conoció el resultado de una pericia clave en el crimen de Fernando Báez Sosa. Confirmaron que la zapatilla que se usó para golpear hasta la muerte al joven en Villa Gesell corresponde a Máximo Thomsen. Fue uno de los atacantes que había sido apuntado desde un principio, incluso el de mayor cantidad de positivos en las ruedas de reconocimiento. 

La pericia scopométrica para identificar cuál había sido la zapatilla con la que golpearon ferozmente en la cabeza a Fernando Báez Sosa​, de cuyo crimen ocurrido en Villa Gesell se cumplen seis meses este sábado, arrojó un resultado contundente este viernes. “Se estableció que la impronta de la autopsia se corresponde con la impronta de Thomsen y con unas zapatillas marca Cyclone secuestradas que también coinciden con la impronta de Thomsen”, confiaron fuentes de la causa a diferentes medios porteños.

Los pies de cada uno de los imputados fueron analizados uno por uno, con una técnica que consiste en registrar y comparar mediante fotografías, lecturas de ondas de luz mediante un videoespectrómetro y el uso de tinta litográfica.

De esta forma Máximo Thomsen, quien se encuentra detenido junto a otros siete imputados en la Alcaldía N°3 de La Plata, cobra preponderancia como autor del crimen.

La fiscal de la causa, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 gesellina, ordenó la toma de nuevas huellas plantares de los ocho rugbiers detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero, para determinar el tipo de pisada y precisar cuál de ellos era el dueño del calzado que impactó la cara de la víctima.

Estos estudios sobre los calzados de los detenidos por el asesinato, ocurrido el 18 de enero frente al boliche Le Brique, comenzaron el pasado 29 de mayo en el laboratorio de la Policía Federal Argentina (PFA)​ en Mar del Plata. El objetivo fue cotejar las huellas de las zapatillas secuestradas en la casa que los acusados alquilaban en Gesell, con una impronta hallada en la cara de Báez Sosa, y a partir de esa comparación, determinar a su vez a quién de ellos pertenece el calzado.

Los resultados confirmaron que pertenece a Máximo Thomsen (18), que junto a Ciro Pertossi (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21), están imputados como coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Están acusados como “partícipe necesario” Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19), quienes fueron excarcelados.

En cuanto a la situación de los imputados, en tanto, un peritaje de ADN determinó a principios de mes el hallazgo de sangre de Báez Sosa en la camisa de uno de los ocho rugbiers, mientras que fueron encontrados además rastros genéticos de otro de ellos en un dedo meñique de la víctima. El informe pericial señaló que fue hallada sangre de la víctima en la camisa de Benicelli, que estaba mezclada con sangre del propio agresor.

Además, se determinó que en la uña del dedo meñique de Fernando fue encontrada sangre de Cinalli, punto que ya había sido adelantado a mediados de abril, cuando los investigadores recibieron un resultado preliminar del peritaje.

 

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