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Aislados desde siempre

Peones de una estancia en Santa Cruz se quedaron sin pilas para la radio y no sabían de la pandemia

No tienen señal de celular. Una fuerza de seguridad que se acercó al establecimiento en tareas de relevamiento de las 137 propiedades de la zona, cercana a El Calafate, se encontró con la novedad. No es el único caso


Foto: La Opinión Austral

El aislamiento para algunos no es extraordinario, sino cotidiano. Es el caso de varios peones de grandes estancias en la provincia de Santa Cruz. El único contacto con el resto de la humanidad es por radio. Y si no hay pilas para que funcione, les pasa como a los cuidadores de La Josefina, propiedad de la tradicional familia Cepernic: se enteraron de la pandemia de coronavirus recién cuando los visitaron agentes de la División de Operaciones Rurales.

Los trabajadores rurales de La Josefina, a unos 130 kilómetros de la localidad de Tres Lagos, no sabían que existe el covid-19, ni que el mundo entero está convulsionado y trastocado en su vida por la pandemia. Su rutina es la misma, y su contacto con los demás, igual de escaso.

En muchos casos, el único modo de enterarse de lo que pasa “afuera”, sin señal de telefonía móvil salvo que recorran varios kilómetros, es la radio. En particular, las AM. Y si el aparato receptor no tiene energía, se corta por completo el vínculo con los demás. Hasta que intentan llegar a un pueblo cercano para aprovisionarse y, como les pasó a algunos cuando quisieron ingresar a El Calafate y encontraron la entrada principal cerrada en cumplimiento de disposiciones de aislamiento preventivo ordenadas por el intendente Javier Billoni. O cuando llega hasta el establecimiento personal de una fuerza de seguridad en tareas de relevamiento.

La División de Operaciones Rurales, antes Grupo Especial de Operaciones Rurales, cumple con la tarea de visitar, de a poco, unas 137 estancias de la zona para constatar el estado de los trabajadores rurales. Lo hace con 10 efectivos y tres camionetas. El jefe de la fuerza en El Calafate, René Caro, le explicó el sábado último al portal La Opinión Austral que “Había gente que no sabía de la pandemia por no tener pilas para la radio”. En El Chaltén, especificó el oficial, hay 14 establecimientos rurales, en Tres Lagos unos 63 y en todo el departamento Lago Argentino otros 60.

Para muchos peones y sus familias, el único medio de comunicación es LU12 AM680, “la Radio de la Gente”, que llega a todos los establecimientos rurales.

Algunas estancias tienen televisión con señal satelital, pero son las menos. Lo común, para los peones, es sintonizar una AM. Tienen que recorrer varios kilómetros para poder hablar por teléfono celular. Hace unos días, recuerda el medio santacruceño, el peón Guillermo Vargas, de la estancia Chank Aike, se accidentó y pidió ayuda a través de LU12.

La División de Operaciones Rurales es la que en general se encarga de llevarles a los trabajadores los alimentos, gas y combustible, y en especial pilas para las radios, que los propietarios de los establecimientos compran en los comercios de El Calafate abonando por transferencia bancaria. Es una logística montada con el Consejo Agrario Provincial, la Sociedad Rural Lago Argentino y el Senasa.

“Nos tocó llegar a establecimientos donde la gente desconocía todo. Lo vemos como extremo, pero es la realidad, pasa en el campo. La gente escucha los mensajes para el hombre de campo y obtiene la información de lo que pasa en esa vía”, relató el jefe policial Caro.

Hace una semana, destacó el policía, dos efectivos tuvieron que cruzar a pie y descalzos un río para asistir con medicamentos a un peón de la estancia Río Bote. No podían llegar con la camioneta por las condiciones del terreno. “Es normal y habitual para nosotros, pero este tipo de acciones hay que resaltarlas. Tomaron la decisión de dejar el móvil para que no se empantane, sacarse los borcegos e ir a pie a ayudar”, detalló Caro.

 

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