Ciudad

“Pensamos la cultura como una forma de inclusión social”

Por Paola Cándido.- Lisandro Díaz transformó el garaje de su propia casa en un centro de actividades, cursos y talleres para los vecinos.


La zona de barrio Plata abarca los límites de las avenidas Uribiru, Arijón, Ovidio Lagos y Avellaneda y nació como un lugar de quintas. Entre las décadas del 40 y 50 se transformó en una zona industrial. Fernanda Santana y Lisandro Díaz viven en el barrio desde hace 15 años y se vincularon a la participación social. Tal es así, que destinaron el garage de su casa a un centro comunitario, ubicado en calle Las Flores 3462, debido a que no pudieron mantener el lugar físico anterior, que estaba en comodato. Lo adaptaron, y hace ocho años que brindan talleres, actividades, instancias de participación ciudadana y también servicios, como asesoramiento jurídico, entre otros. Así, completan el listado de espacios de vida social del barrio.

—¿Cómo se formó el centro comunitario?

—Empezamos después de la crisis de 2001, donde hubo un resurgimiento sobre las cuestiones sociales que antes no se tenían en cuenta. La realidad que se vivía en ese momento era de mucha necesidad en los barrios, había gente trabajadora, pero muchos se quedaron sin empleo. En principio comenzamos a colaborar con unas hermanas franciscanas y como no se pudo seguir manteniendo el lugar físico, que estaba en comodato, no teníamos dónde ir y nos vinimos al garage de mi casa. Caso contrario, teníamos que cerrar. Tuvimos que adaptarlo. Quedó un remanente de esa gente y así nos constituimos. En principio se llamó Pocho Lepratti y cuando empezamos a tramitar la personería jurídica, no lo aceptaron, entonces lo bautizamos Centro Comunitario Cultural Barrio Plata, ya que pensamos a la cultura como una forma de inclusión.

—¿Cuánto hace que están?

—Hace ocho años. Por acá pasan por semana más de 30 personas, vienen muchos chicos a estudiar. Cuando comenzamos, recibimos ayuda hasta de gente de Tierra del Fuego, donde repartimos ropa en un asentamiento irregular, por una fuerte inundación, también trabajamos con las escuelas.

—¿Fueron cambiando las necesidades?

—En principio teníamos apoyo escolar, ahora no. Actualmente nos dedicamos a generar actividades, talleres, el año pasado hicimos un festival de folclore; tratamos de generar un espacio para las personas. Tenemos un roperito donde la gente nos pide lo que necesita, no queremos manejar dinero.

—¿Qué talleres y actividades brindan?

—En los talleres, se enseña tejido, guitarra, recreación deportiva, fotografía y cine. Y en las actividades, hay grupos de mujeres que organizan ferias, proyección de películas, visitas a los museos, teatro, interacción con distintas organizaciones barriales, clubes, centros de salud, entre otros.

—¿Además, ofrecen servicios?

—Tenemos un centro de reciclado, asesoramiento jurídico, trámites municipales y provinciales, gestión de reclamos, abordaje de temas relacionados a niñez, adultos mayores, seguridad comunitaria y asistencia alimentaria. Y además, hay instancias de participación ciudadana como reuniones institucionales con diversos actores sociales del barrio, mesa de gestión del centro integrador comunitario, presupuesto participativo sudoeste, participación en foros y talleres, tenemos una capacitación permanente de todos los miembros.

—¿Qué proyectos tienen?

—La idea es seguir incrementado actividades, principalmente las culturales y sociales y que pueda haber mayor interrelación con los vecinos. Queremos sacar un diario mensual del centro cultural e informar lo que se hace en el barrio,

—¿Qué significa el centro comunitario?

—Es un modo de transformar la realidad con las pequeñas cosas, que se pueda dar solucionar, que la gente esté contenta. A veces el Estado, por su magnitud, no puede escucharlos. Hace poco conseguimos una máquina de coser, se la entregamos a una familia y nos dieron un colchón que no usaban, entonces se lo entregamos a otra familia que lo necesitaba.

—¿Cuál es el objetivo?

—Poder transformar parte de la realidad social en algo mejor. Tienen que venir soluciones de parte de la sociedad, nosotros tenemos que motorizarnos. La gente tiene que participar e interesarse, somos una parte de una comunidad y nos debemos a ella.

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