Claudio “Morocho” Mansilla, el preso que escapó a los tiros de una cárcel santafesina junto a otros 7 internos en junio del año pasado y fue recapturado casi un año después, fue condenado este jueves a la pena de 12 años de prisión por un tribunal federal, acusado de ser el jefe de una banda narcocriminal que actuaba en la ciudad de Rosario, informaron fuentes judiciales.
Mansilla, quien ya tenía una condena previa del año pasado a 25 años de prisión por un doble homicidio y aún debe afrontar al menos otro juicio por la fuga del año pasado, fue condenado en las últimas horas por el Tribunal Oral Federal 3 de Rosario como jefe de una asociación ilícita dedicada al comercio de estupefacientes.
En el mismo juicio, el tribunal condenó a otros tres jóvenes a los que consideró “soldaditos” de la narcobanda, y les aplicó penas de entre 7 y 8 años como coautores del delito de “tráfico organizado” de estupefacientes.
Se trata de Nahuel Damián “Pufli” Córdoba y Maximiliano “Menor” González, condenados a 8 años de prisión, y de Ezequiel Rodolfo “Colo” Romero quien recibió la pena de 7 años y seis meses.
La causa se originó como un desprendimiento de un expediente que tenía a su cargo la Justicia provincial santafesina por dos homicidios y una tentativa de homicidio ocurridos en 2019 en los barrios Santa Lucía y Hostal del Sol.
En un allanamiento por esa investigación realizado en una vivienda de la calle Misiones 2283, de Rosario, la policía detuvo al sospechoso Córdoba, a quien le secuestraron casi 5 kilos de marihuana y unos 100 gramos de cocaína, indicaron las fuentes.
Según explicó el fiscal federal Federico Reynares Solari, de los resultados del peritaje informático y las tareas de investigación del caso se desprende que quien daba las órdenes sobre los estupefacientes era Mansilla, quien entonces estaba detenido en el penal de Piñero, acusado por el doble homicidio por el que ya fue condenado.
En ese sentido, señaló que “a raíz del resultado del análisis del contenido de los celulares, pudo llegarse al grado de certeza suficiente para poder afirmar que el material estupefaciente secuestrado es la muestra de una actividad que lo sustentaba mucho más vasta, prolongada en el tiempo y llevada adelante con una organización con roles definidos”.
Si bien estaba sindicado desde hace mucho tiempo como líder de una banda narco en el barrio Santa Lucía, este es el primer juicio por comercio de estupefacientes que enfrenta Mansilla.
Su nombre ganó notoriedad el 27 de junio del año pasado, cuando logró fugarse junto a otros siete presos de la cárcel de Piñero, en un hecho en el que los detenidos contaron con ayuda externa de cuatro hombres que cortaron con amoladoras los tejidos perimetrales del penal e ingresaron a tiros de ametralladora para rescatarlos.
El Morocho Mansilla fue el último interno en ser recapturado, cuando el 16 de junio pasado fue encontrado por la policía en una vivienda del barrio conocido como Zona Cero, situado en el noroeste de Rosario.
Dos días después fue imputado por tenencia ilegítima de arma de fuego por las pistolas que la policía le encontró en ese lugar, y luego también sumó una imputación por la evasión de la cárcel.
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