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Crimen en la ruta 9

Penan a policía por gatillo fácil

Raúl Lacuadra, ex integrante del Comando Radioeléctrico de Roldán, fue condenado a 11 años y medio de cárcel por el homicidio de Guillermo Ramírez, un barrabrava de Rosario Central que recibió un tiro en la cabeza durante un control de tránsito.


Un policía de 32 años fue condenado a la pena de 11 años y 6 meses de prisión por el crimen del barrabrava Guillermo Ramírez. El hecho tuvo lugar en septiembre de 2010 en la ciudad de Roldán, a dos cuadras de la ruta 9, cuando la víctima circulaba con uno de sus hermanos en un auto e intentó huir del uniformado, lo que derivó en una balacera que terminó con la vida Willy, como conocían a Ramírez. Ayer un tribunal pluripersonal compuesto por José Luis Mascali (en la presidencia), Alejandra Rodenas y Héctor Núñez Cartelle dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia, donde condenó por unanimidad a Raúl Alberto Timoteo Lacuadra por el delito de homicidio simple agravado por el uso de armas. Los fundamentos del fallo se conocerán el próximo viernes.

Una hora antes del partido de Argentina-Suiza el tribunal pluripersonal que sustanció el juicio contra el policía Raúl Lacuadra se sentó en el estrado, mientras que el acusado permaneció en silencio y escuchó inmutable la lectura de la sentencia. La parte dispositiva del fallo no contempló el requerimiento fiscal de una prisión perpetua, aunque sí hizo lugar al pedido subsidiario de la querella –quien requirió en sus alegatos una condena por homicidio calificado o en su defecto un homicidio simple agravado por el uso de arma–. Desestimado quedó también el planteo de la defensa, que había postulado una legítima defensa o, en su caso, un exceso o bien homicidio culposo.

Concluida la lectura, sin familiares de la víctima en la sala, Lacuadra fue nuevamente esposado y retirado del recinto. Sergio Larrubia, abogado querellante de la familia Ramírez, mostró conformidad con la decisión: “La expectativa de pena era mucho mayor, pero pensamos que estuvo bien; igual hay que valorar los fundamentos y consultar con la familia si apelamos o no”. Por su parte, la fiscalía a cargo de Ernesto Acosta y Carlos Covani, sostuvo que no está conforme con el resultado: “Hay que esperar las fundamentos de los jueces; creo que teniéndolo acreditado como autor (en referencia al acusado) la única calificación posible era la de homicidio calificado –por su condición de uniformado–. Tendría que leer los fundamentos para ver si me corrigen esta apreciación que en este momento estoy haciendo; evidentemente han excluido el agravante: habrá que ver por qué”, concluyó

El homicidio

Willy Ramírez recibió un disparo en la cabeza el 18 de septiembre de 2010 cuando intentó escapar de dos policías del Comando Radioeléctrico de Roldán que le cruzaron el móvil y lo detuvieron luego de una supuesta falta de tránsito –su auto no tenía patente ni luces traseras refirieron en el juicio–. Allí las versiones se dividen: la familia sostuvo que lo pararon  porque lo reconocieron y Lacuadra le cruzó el vehículo policial se bajó armado y le apuntó en la cabeza. La intervención de uno de sus hermanos, Jorge, quien iba a tomar un colectivo, hizo que la víctima intentara fugarse y su auto recibiera unos 8 impactos de bala, uno de los cuales le dio en la cabeza y le produjo la muerte.

El uniformado sostuvo que vio un arma dentro del auto que desenfundó otro hermano de Willy, Ricardo, quien iba en la parte posterior del vehículo y por lo tanto retrocedió, momento en que Jorge Ramírez, quien pasaba por el lugar, lo golpeó y desvió los disparos que efectuó a las ruedas para intentar detener la marcha del auto.

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