Hernán Pellerano reconoce que no esperaba el momento futbolístico por el que atraviesa el equipo. “Vine con mucha ilusión, la ciudad es hermosa, pero no puedo disfrutar mucho por el momento futbolístico que estamos pasando. Pero de esto se sale con resultados”, dijo en diálogo con el programa “La última jugada” por LT3.
“Hay un momento en el torneo en el que te hace click. Tras el triunfo ante Belgrano de visitante, si después le ganábamos a Colón podríamos haber agarrado mayor confianza pero nos agarró una rachita negativa. Lo que pasa es que esa racha está tardando mucho en pasar”, agregó.
Pellerano admitió que el descuento de Olimpo, el pasado sábado en el Coloso, fue por una falla suya: “Es un error mío en el primer gol de Olimpo, ahí ellos comenzaron a revivir y nosotros empezamos con ese miedo a ganar. Salvo contra Banfield y All Boys jugamos de igual a igual con todos, pero ahora jugar bien a la gente no le importa, hay que ganar o ganar”.
También dijo que en la cancha quedan atrás los comentarios y los dichos de la semana. “Cuando el árbitro toca el silbato, te olvidás de toda la previa. Obvio que cuando faltan cinco minutos y las cosas no salen, la gente te empieza a putear. Pero eso es normal en el fútbol”, consideró.
También se refirió a los cambios que sufrió el partido con Unión: “No tenemos que pensar ni en el horario ni en el rival, tenemos que tratar de corregir nuestros errores, porque esto es como una frazada que nos quedó corta: cuando estábamos bien en defensa no convertíamos, y ahora que mejoramos arriba, nos destapamos abajo”.
“El domingo se juegan muchas cosas: meter a la gente de vuelta con nosotros, ganar en una cancha difícil y empezar a sumar de a tres estos partidos finales para terminar el torneo lo más arriba posible”, reconoció Pellerano.
Por último, habló de la violencia que se generó tras el empate con Olimpo y de lo que sucedió con Lucas Bernardi: “Los insultos de la gente son normales. El hincha paga su entrada, de local o visitante, y quiere que el equipo gane. Lo de Lucas no tiene nada que ver ni con el fútbol ni con la vida. Por más que ganes o pierdas, eso no tiene que volver a ocurrir”.
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