A.B., de 38 años, se acercó en la noche de este martes hasta la seccional 9 de Policía para avisar que, poco antes, había mantenido un entredicho con el dueño de la habitación que alquilaba, que derivó en forcejeos y que terminó con el propietario en el piso, inconsciente. Cuando los agentes fueron hasta el domicilio de la víctima, en barrio Refinería, la encontraron muerta, pero los exámenes forenses preliminares indican que el deceso no fue por un golpe.
El altercado entre inquilino y propietario fue en calle Gorriti al 500. Allí vivía O.M., quien le alquilaba una pieza a A.B. en una calle paralela y a la misma altura, a escasos 100 metros, en Corvalán al 500.
El inquilino se presentó junto a un familiar en la seccional para relatar el altercado, sus consecuencias –el propietario en el piso, sin reaccionar– y ponerse a disposición de la Policía y la Justicia. Además, entregó las llaves del domicilio donde ocurrió la pelea y su teléfono celular.
Con esa presentación espontánea, y tras el aviso a la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno Marisol Fabbro, agentes de la comisaría fueron hasta Gorriti al 500 y allí encontraron al morador ya fallecido.
Los primeros exámenes médicos concluyeron que los traumatismos ocasionados por el golpe en la caída de la víctima no tuvieron magnitud suficiente como para provocarle la muerte. La hipótesis es que ésta derivó de otra afección o por causas naturales. La autopsia solicitada por la fiscal será la que determinará con precisión las causas.
Fabbro ordenó tomar declaración a vecinos de la zona, quienes ratificaron los problemas entre los dos hombres y, por sus dichos, corroboraron la versión del hombre que se presentó en la comisaría. Con esos datos, la fiscal dictó la libertad de A.B. porque no hay indicios de un hecho criminal e, incluso, todo apunta a que el inquilino reaccionó, durante la pelea, en legítima defensa.
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