Policiales

Balas, sangre y muertes

Pelea por el narcomenudeo: saga de venganzas en La Cerámica

Un joven de 18 años fue imputado por un reciente doble crimen. Familiares de las víctimas trazaron el mapa de la disputa por los puntos de venta de droga y describieron cuáles fueron los vueltos fatales


El juez Carlos Curto dispuso la prisión preventiva de Milton F. por 60 días y lo envió al médico forense para una revisión.

A Milton F. también se lo conoce con el apellido de su madre, la Tata, Olga Medina, una mujer procesada en una causa por comercialización de estupefacientes y cuyo territorio se asienta en la zona norte de la ciudad, donde la noche del 29 de marzo último se produjo un doble homicidio. Testigos sindican al joven, de 20 años, como una de las personas que iba en el auto desde el que partieron los tiros contra Leandro Sarantonelli de 20 años y Carlos Gálvez de 39; la hermana de éste se salvó de milagro.

Una muerte en la cárcel generó la ira del grupo agresor contra la familia Gálvez, dijeron testigos. Aunque las históricas diferencias entre ellos ya se habían agravado desde el asesinato de Bladimir Medina, en un after céntrico, en marzo de 2017. Bladi y Héctor Javier Cejuela terminaron muertos cuando fueron atacados a tiros y puntazos en el vip del boliche.

Una piba de 17 años recibió un tiro en la pierna. Dicen que en el lugar había alguien más, y las pesquisas entienden que era el célebre Emanuel Sandoval, alias Ema Pimpi. Este muchacho fue condenado por el atentado contra el entonces gobernador Antonio Bonfatti, ocurrido en octubre de 2013 y hoy está preso por un ataque a balazos que terminó con dos heridos. Por el doble homicidio en el after hubo un detenido, aunque los investigadores estiman que existieron al menos cuatro atacantes.

El doble crimen de La Céramica

El 29 de marzo se estaba terminando. Carlos Gálvez y su hermana estaban en la puerta de la casa del primero en Medrano al 2700, casi Siripa. Su vecino Leandro Sarantonelli se cruzó y compartieron una gaseosa mientras charlaban.

Según la declaración de la mujer –la única sobreviviente–, estaba sentada y los muchachos parados. En un momento vieron venir un auto gris que se pegó a ellos y se escuchó una serie de disparos. Leandro, que estaba parado frente a ella, se tomó el cuello y al darse vuelta vio a su hermano boca abajo: “Tiraron tantos tiros que mataron al perro de Leandro y a mi perro lo hirieron”. Algunos testimonios coincidieron en que los ocupantes de los autos eran Alan A. al volante; Cristian H. apodado Chupado; Sebastián C.; Tomás A., al que apodan Pañal, y Milton F., conocido como el hijo de la Tata. Refirieron que estaban armados; algunos dijeron haber visto empuñando armas a Alan, Sebastián y Milton e incluso los ubican cómo estaban sentados.

La mujer de Gálvez contó que no fue el primer ataque. La madrugada previa pasó un auto blanco y dispararon contra el frente de la casa; cuando salieron lograron ver a Alan y Milton en el interior. Aseguró que llamaron a la Policía, pero nunca llegó. A la noche siguiente, la mujer volvía en moto de llevar a sus hijos hasta la casa de un familiar cuando, a media cuadra de su casa, escuchó las detonaciones. La mujer se asustó y paró. Escuchó como 10 disparos y cuando pudo seguir vio irse un auto gris; al llegar a su casa observó a su marido tirado y le sindicaron que el auto que se alejaba era el de los agresores.

El conflicto

Un familiar de Gálvez contó que conoció a Alan y Milton después que mataron a Bladimir Medina, hace un año aproximadamente. A partir de eso un tal Roberto, tomó su lugar y los trajo a vender drogas. Ello empeoró mucho la situación del barrio: amenazaban a los vecinos y usurpaban casas, aseguró. “El problema viene porque mataron a un tío de Sebastián en la cárcel de Piñero”, describió. En el lugar había dos integrantes del clan Gálvez, a quienes responsabilizaron por este crimen intramuros, explicó el testimonio que leyó el fiscal Ademar Bianchini. Y otro testigo agregó que, tras ello, Sebastián C. se presentó en la casa de los Gálvez armado, los amenazó con que los iba a matar a todos y les iba a prender fuego la casa y que se iban a tener que poner chalecos antibalas, concluye la declaración.

Otro testimonio contó las andanzas de los sindicados doble homicidas en el barrio. Afirmaron que Sebastián C. se fue una semana de la zona porque le disparó a un pibe en la mandíbula, porque no le quiso ir a comprar cigarrillos. Y relató otro homicidio que hubo en el barrio, donde estarían involucrados el tal Roberto –al quien el fiscal dio por detenido– y otros dos miembros del grupo, afirmó.

La presentación

En este contexto Milton F. dio sus datos personales en la audiencia. Su abogado Germán Mahieu dijo que el 1° de abril, tras la publicación de una nota periodística, su cliente se presentó espontáneamente y este jueves volvió a la Fiscalía luego de conocer un pedido de captura en su contra, luego de que en la mañana la Tropa de Operaciones Especiales fuera a buscarlo a su casa. Este viernes el fiscal Ademar Bianchini lo imputó por doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación y pidió una prisión preventiva en su contra por el plazo de ley. El defensor pidió que la cautelar no excediera de los 30 días y aseguró que hay muchas contradicciones en las evidencias colectadas hasta el momento.

También pidió que le permitan el ingreso de medicamentos al penal; su defensor dijo que el año pasado sufrió un robo y fue gravemente herido, estuvo en terapia intensiva y casi perdió su vida. En noviembre pasado, Milton recibió un disparo en el rostro y otro en el tórax en la misma zona de calle Medrano, pero al 2600. Las pesquisas indicaron que en esas cuadras hay una histórica disputa por el dominio del territorio para la venta de estupefacientes. “Hay un búnker que es de la Tata en una cuadra y otro que responde al clan Romero, asentado en Nuevo Alberdi, a la altura del 2700. Tras los operativos que realizó la Justicia federal en 2014, que desbarataron bocas en expendio de la Tata en La Cerámica y Parque Casas, en esa zona siempre hay disputas para quedarse con el liderazgo de la zona. Por eso siempre hay enfrentamientos en esas cuadras”, indicaron los pesquisas.

Finalmente el juez Carlos Curto dispuso la prisión preventiva de Milton F. por 60 días y lo envió al médico forense para una revisión. A su vez aceptó el pedido de entrega de los medicamentos previo análisis médico.

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