La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, tiene complicados dos frentes: dentro del Gobierno libertario, por la colonización progresiva de su área que impulsa la dupla del asesor sin cargo Santiago Caputo y la secretaria de Presidencia Karina Milei. Y desde dentro, por la rebelión de los diplomáticos al pago de Ganancias a partir de la reintroducción del tributo a la cuarta categoría. En ese marco, y la discusión por los ingresos de cónsules, embajadores y otros empleados, se filtró un audio de la canciller en el que les pide “por favor” que en ninguna conversación menciones la palabra “subsidios” en referencia a las compensaciones que reciben por su trabajo en el exterior. “No es potable políticamente”, les dijo, cuando se recorta sin miramientos la asistencia nacional a comedores populares, servicios públicos y transporte de pasajeros.
La pérdida de poder adquisitivo de los salarios también puso de mal humor a los diplomáticos de menor rango, cuyos altos sueldos se verán mermados por el tributo de Ganancias. Y en ese marco, según viene publicando el portal LPO, hubo hasta insultos de la banquera a cargo de Cancillería, que los llegó a tratar de “boludos” por las quejas sobre ese punto. El enojo proviene del personal agrupado en la Asociación de Servicio Exterior de la Nación (Apsen). Varios hasta amenazaron con renunciar por la caída de la excepción del impuesto de la que gozaban.
Mondino les explicó que había intentado remediar la pérdida con la propuesta de algunos artilugios conversados con la cúpula de la Afip, como incorporarlos al mismo régimen de quienes trabajan en la Antártida o en los pozos petroleros. Sin embargo, el casi nulo poder de negociación de la funcionaria, detonado desde las propias filas libertarias, es ya una evidencia para los diplomáticos y alimenta su rebeldía por los ingresos. La canciller admitió incluso que esa estrategia resultó fallida ante la presentación de un amparo en la Justicia contra la modificación del tributo.
En ese marco de discusiones por los ingresos y los extras que cobran por sus funciones, fue que Mondino hizo el extraño pedido a sus subordinados. “Cualquier comunicación que hagan, escrita u oral con quien sean, por cable, con el primo o el verdulero, lo que sea, no digan nunca más subsidio”, les reclamó respecto a ciertas compensaciones que reciben por el mayor costo de vida en los países donde desempeñan funciones.
“Primero, porque técnicamente no es un subsidio, es una compensación por el costo de vida en el exterior y aunque lo fuera, imagínense que en un país que está cortando subsidios hasta en el transporte público decir que hay que dar subsidios a alguien que vive en el exterior no es potable políticamente”, reforzó Mondino la exigencia.
Y admitió las contradicciones en las que se encuentra: “Es dispararse un tiro en el pie decir subsidio. Hagan lo que quieran, digan lo que quieran pero por favor no digan subsidio. Hablen del coeficiente técnico que establece la ONU, hay 20 formas diferentes de explicarlos pero esa palabra (subsidio), de corazón se los pido, no la digan porque es inviable políticamente”, completó la explicación.
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