Policiales

Villa Gobernador Gálvez

Pasará casi dos décadas en prisión por matar a un invitado en una fiesta de cumpleaños

Fue a una fiesta, cuando salió le habían intentado robar la moto. Una pelea con el dueño de casa y el acusado derivó en el crimen del dueño de la moto. En el hecho, un amigo de la víctima fatal también resultó herido. Este miércoles se conoció la sentencia al tirador


Un vendedor ambulante de 33 años fue condenado a 19 años de cárcel por matar a un joven tras una discusión en una fiesta. La víctima había llegado en moto y cuando salió a comprar bebidas se encontró con la moto violentada, habían intentado robársela. Este hecho desató una pelea que terminó con la víctima muerta y otro joven que intentó auxiliarlo herido en el brazo. El hecho tuvo lugar en enero de 2018 en Villa Gobernador Gálvez. Este miércoles, los jueces que presidieron el debate dieron a conocer el veredicto que terminó en condena.

El 27 de enero de 2018 Mario Ezequiel Vega fue a una fiesta de cumpleaños en calle 12 de Octubre al 2200 invitado por su cuñado Matías. En un momento, salió a comprar bebidas y se dio cuenta que el tambor de la llave de arranque de su moto estaba forzado. Llamó a Iván O., el dueño de casa y le preguntó qué había pasado. Como no obtuvo respuesta decidió irse con amigos, pasaron a buscar a Víctor G. Estaban en su casa cuando su cuñado recibió un mensaje de Iván que le dijo que volviera, que se quedaran tranquilos, que sabía quién había forzado el tambor.

Mario, de 26 años, volvió con amigos y su novia Brenda. Según una de las declaraciones de los testigos, Iván y el vendedor ambulante Alejandro Antonio Monzón estaban en la puerta. Iván quería que Mario entrara pero él se negó. Mario insistió en que Iván sacara a la vereda al que le había forzado el tambor.

Hubo una discusión en la que se involucró Monzón, quien terminó por ponerse detrás de la víctima y le disparó. Mario cayó y su amigo Víctor intentó socorrerlo; también recibió un disparo en el brazo que lo tiró al piso.

Brenda corrió hasta donde estaba su novio herido y en ese momento Monzón le disparó al chico en la cabeza y le sacó un revolver que Mario tenía en la cintura que, según el testimonio, nunca sacó.

La novia de la víctima fue corrida a tiros, se fue en una moto como pudo y encontró a Víctor que corría herido. Lo llevó hasta la casa de Mario. Cuando volvieron al lugar, la víctima ya no estaba en la calle, lo habían trasladado hasta el hospital donde había llegado sin vida. El crimen se produjo a la vista de los invitados y Alejandro Monzón fue identificado desde un primer momento.

La defensa de Monzón dijo que el hecho se produjo en el marco de una fiesta y que no había sido el acusado el que disparó. En el lugar quedaron 5 vainas servidas calibre 9 milímetros.

Según la autopsia, el cuerpo de la víctima tenía 2 orificios de arma de fuego en la cabeza, entrada por cráneo y salida por el maxilar y 2 en región dorsal, uno de entrada y uno de salida, refirió el perito. La muerte se produjo por destrucción de masa encefálica por proyectil de arma de fuego, amplió la Fiscalía en la acusación.

Monzón fue detenido, imputado y sometido a un juicio oral y público que inició el 4 de noviembre y fue presidido por el tribunal  –integrado por la magistrada Hebe Marcogliese junto a los jueces Rodolfo Zvala y Gustavo Pérez de Urrechu.

La fiscal Marisol Fabbro pidió 20 años de cárcel por el hecho mientras que los defensores Fausto Yrure y Agustín Ferrari solicitaron la absolución.

Tras el debate, los magistrados resolvieron condenar a Alejandro Antonio Monzón a la pena de 19 años de cárcel por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, lesiones graves dolosas agravadas por utilización de arma de fuego, portación y tenencia de arma y le impusieron una multa de 4 mil pesos.

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