La tragedia del vuelo de Sol en Río Negro dispara historias de vida y de muerte. Familiares de las víctimas del siniestro relataron conmovedoras circunstancias dentro del fatal viaje pero también salieron a la luz las experiencias de aquellos que bajaron en la escala previa a Comodoro Rivadavia y salvaron sus vidas.
Facundo Rossi, gerente de ventas del interior de Publicidad Sarmiento que viajó en el Saab 340 desde Córdoba hasta Mendoza, contó su vivencia a ámbito.com.
“Me subí en el vuelo de Sol a las 16, desde Córdoba hacia Mendoza en el horario que estaba previsto. El viaje transcurrió en circunstancias absolutamente normales. Las condiciones climáticas eran muy buenas, el cielo estaba despejado, sin turbulencias, no hubo ningún contratiempo. No sentí ningún ruido extraño ni movimientos bruscos“, dijo Rossi aún tratando de entender lo que sucedió.
El hombre continuó su relato entre el análisis y la preocupación: “Nosotros y la tripulación viajamos muy tranquilos. Estoy tratando de tomar conciencia de esto. En lo primero que pienso es en los familiares que están sufriendo este momento”.
Rossi destacó que durante el viaje mantuvo un breve diálogo con Jesica Fontán, la azafata que murió en el siniestro. “Con ella tuve la oportunidad de charlar cinco minutos porque me senté en el asiento 1 A, y en estos aviones la azafata va mirando a todos los pasajeros“, recordó. “Cruzamos unas palabras y Jesica (tenía su nombre en el uniforme) me contaba de lo largo que era el viaje, con cuatro escalas“.
El diálogo que pudo pasar inadvertido, casi sin importancia dentro de la cotidianeidad, cobró valor tras el fatal desenlace: “Hacíamos comentarios divertidos de lo largo que era ese viaje. Yo le decía: ‘Te pasás el día prácticamente en un avión'”. “Tengo la última imagen de ella, que era una chica muy joven y hacía su laburo con un montón de ganas“, afirmó.
Facundo Rossi recibió la noticia esta mañana, a través de los medios: “Pude abrir el diario y me enteré”, dijo. “Chequeé el número de vuelo y le conté a mi esposa y mis dos hijas. Es fuerte: un par de horas después no estaría contándolo. Estoy agradecido y estoy bien, tratando de ponerme en el lugar de esos familiares que no recibieron a sus seres queridos que iban en ese avión”.
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