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Partidos políticos al diván

Alfonsín, Giustiniani, Obeid y Sabbatella expusieron anoche en la sede de la UNR sus visiones sobre la crisis de las fuerzas políticas, ensayaron explicaciones y brindaron posibles soluciones al fenómeno.

Con la excusa de analizar la presentación del libro “La diversidad de los sistemas de partidos provinciales en la Argentina” –una propuesta conjunta de la Universidad Nacional de Rosario y el Instituto de Estudios del Paraná–, coincidieron ayer en la sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario los diputados nacionales Raúl Alfonsín, Jorge Obeid, y Martín Sabatella, junto al senador Rubén Giustiniani. Esta variopinta representación política se dedicó a analizar en sus discursos, frente a un auditorio igualmente multicolor (ver aparte), el tema de la crisis de los partidos políticos, las causas del fenómeno y sus posibles soluciones. Los panelistas coincidieron en atacar el concepto de “la nueva política”, las políticas neoliberales, los intentos de democracia directa y los personalismos vacíos de ideas, como algunas de las causas de la situación, y plantearon como salida una verdadera participación ciudadana.

Entre los participantes se destacó nítidamente Ricardo Alfonsín, el primero en hablar y el único que arrancó gritos entusiastas entre el público. “A la política le hace falta más filosofía y le sobran encuestas”, dijo Alfonsín en el comienzo de su disertación, resaltando la importancia de los trabajos teóricos como el que se presentaba ayer. El dirigente radical fue muy duro con los que proponen la nueva política y con los que celebraron que los partidos políticos “estallaran” en 2001, aunque resaltó que el sistema de partidos actual es “tan débil que se parece mucho a la inexistencia”.

Para Alfonsín las razones de esta crisis se deben a que los partidos “perdieron densidad en términos ideológicos”, y atacó fuerte contra los que se proponen como “la nueva política”, algo que “nunca han terminado de definir”. Según Alfonsín, no hay otra receta más que “la verdadera participación ciudadana”.

El segundo en hablar, respetando un riguroso orden alfabético, fue el senador nacional Rubén Giustiniani, quien acusó al neoliberalismo de ser la razón por la cual los partidos “se transformaron en organizaciones minoritarias”. “Las últimas dos décadas y media de neoliberalismo alejaron a la gente de la política”, dijo Giustiniani, al tiempo que al igual que el resto de los panelistas planteó la reconstrucción de los partidos “a través de las ideas”. El senador se salió por un momento del tema de debate y se esperanzó en un acuerdo provincial para reformar la Constitución, guante que fue recogido por Jorge Obeid, para recordar los proyectos de su sector sobre el tema.

El ex gobernador, tercero en hablar, arrancó con una humorada dirigida a la estrella de la noche, Ricardo Alfonsín: “Coincido tanto con lo que decís, que tengo miedo de estar volviéndome radical, o tal vez seas vos el que se esté haciendo peronista”, frase que arrancó las risas de los militantes presentes. Tras resaltar la importancia de volver a discutir “el avasallamiento del poder central a las provincias”, Obeid puso el acento en la “ausencia de un debate serio sobre el rol de los partidos políticos”. En ese sentido, resaltó “el vaciamiento conceptual en la política donde parece que lo único importante es llegar”, sin importar cómo. También dedicó buena parte de su discurso a los peligros de la democracia directa que asomó en 2001.

El último en hablar fue el diputado del partido Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, quien llamó a discutir “una democracia de partidos políticos y no de personas”, y a construir “partidos de ideas”. El diputado resaltó la necesidad de perderle el miedo al conflicto, algo “esencial en la democracia” y pidió “recuperar el valor de las ideas”.

Entre los datos auspiciosos para la recuperación de los partidos políticos, el ex intendente de Morón también resaltó cuestiones de la política internacional: “Hace un tiempo era difícil imaginar un indio presidente de Bolivia, un obrero presidente de Brasil, al Pepe (José Mujica) presidente de Uruguay, en un mundo que pone en discusión cosas que parecían intocables”.

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