El gobierno creó el llamado Fondo del Bicentenario, que integrado con parte de las reservas de libre disponibilidad del Banco Central estará destinado al pago de compromisos internacionales –deuda– en 2010. El ministro de Economía, Amado Boudou, precisó que el nuevo instrumento asciende a 6.569 millones de dólares, y aclaró que “no se está pensando” en pagar con él, al contado, la deuda soberana con el Club de París (consorcio de países acreedores). Voceros del oficialismo señalaron que así se busca “generar confianza” en los mercados externos para poder acceder a nuevos préstamos.
Boudou fue quien primero anunció la decisión y brindó detalles sobre el “Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad”, tal su nombre completo, que luego ratificó la presidenta Cristina Fernández por cadena nacional. “Damos estabilidad y certeza a los mercados”, con esta decisión, aseguró la jefa del Estado, y agregó que “la medida es fundamental para seguir en este proceso de crecimiento, desendeudamiento y estabilidad que se merecen los argentinos”.
El Banco Central atesora reservas por más de 47.000 millones de dólares, pero el país deberá afrontar vencimientos por 13.000 millones de la moneda estadounidense el año próximo, luego de haber cumplido con compromisos por unos 20.000 millones este 2009.
En un acto realizado en la Casa Rosada, Boudou puntualizó que de los 18 mil millones de dólares que el Central tiene como excedentes de reservas, unos 6.569 millones (el 37 por ciento) pasarán al Tesoro Nacional para abonar deudas. Se trata de las llamadas “reservas excedentes”, es decir, aquellos billetes que sobran después de asegurar todo el circulante.
Para crear el Fondo, la administración central no deberá pedirle permiso al Congreso, ya que es parte de las facultades que diputados y senadores delegaron el mes pasado al Ejecutivo con la prórroga por dos años la ley de Emergencia Económica.
El anuncio de ayer se sumó al intento del gobierno de brindar un “shock de confianza” a los mercados internacionales desde fines de 2008, con el avance hacia el canje de la deuda en default (ver aparte) y el pretendido pago al Club de París.
A fines de noviembre, en la XIX Cumbre Iberoamericana de Portugal, la presidenta había retomado con fuerza –tras el parate ocasionado por la crisis global– la idea de mejorar la imagen financiera externa de la Argentina, con un guiño a los mercados recordándoles que “el país cumplió con todos sus compromisos internacionales” desde 2003. Y dio resultado: los títulos de la deuda pública fortalecieron su escalada, y ahora los operadores opinan que con la noticia de la creación del Fondo se genera una mayor confianza. Ayer la Bolsa porteña avanzó y el Riesgo País bajó.
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