Cuarenta trabajadores de la planta de la empresa Cargill en la localidad de Alvear recibieron telegramas de despidos y a partir de este martes comenzó un paro en esas instalaciones al que se sumaron los empleados de la multinacional en Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca, donde también hubo cesanteados. Tras la reacción gremial, la corporación con sede en Minnesota, Estados Unidos, difundió un comunicado. En el texto asegura que no se trata de una reducción de personal, sino de un recambio de “perfiles” laborales para atender “nuevas necesidades del negocio” que la obligan a reestructurar sus unidades de molienda de soja y puertos.
“La semana pasada empezaron con una lista determinada a ofrecer retiros voluntarios. Los trabajadores no aceptaban y dos días después les decían que igual los iban a despedir. Después se comprometieron a no echar a nadie y hoy nos encontramos con 40 despidos”, explicó Sergio Díaz, integrante del Sindicato de Aceiteros Rosario, en declaraciones a El Ciudadano.
El dirigente agregó que los despidos son “sin causa”. “Cargill fue la exportadora que más dinero ganó vendiendo aceite y granos”, recordó. Los empleados permanecen frente a la planta en estado de asamblea y a la espera de una respuesta de la empresa que se había comprometido a no despedir a nadie.
