Los trabajadores de la autopartista Paraná Metal rechazaron hoy el ofrecimiento que realizó la empresa para que levanten el corte que mantienen desde hace ocho días en la autopista Buenos Aires-Rosario, a la altura de Villa Constitución, por el despido de 600 obreros, y advirtieron que profundizarán la protesta con otras medidas.
Uno de los sindicalistas reveló a Noticias Argentinas que los empleados se reunieron en asamblea y declararon “inaceptable” la propuesta de la empresa, ya que “no cambiaba demasiado el panorama”, tras las negociaciones que se llevaron a cabo en el Ministerio de Trabajo durante el jueves.
Los obreros mantendrán cortado el puente de la autopista, con la liberación de las colectoras sólo por este viernes, y mañana en principio volverán al sistema que adoptaron, con bloqueos totales durante dos horas y liberaciones parciales por 30 minutos.
Sin embargo, en las próximas horas profundizarían los reclamos con cortes mucho más prolongados y bloqueos al Casino de Rosario y una destilería de Petrobrás en la localidad santafesina de San Lorenzo, ambos al igual que Paraná Metal propiedad del empresario kirchnerista Cristóbal López.
La situación se agravaría aún más debido a que la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) ya anunció un paro nacional para el próximo miércoles en apoyo a los trabajadores de Paraná Metal y de otros gremios que pasan por situaciones parecidas.
En tanto, ahora esperan que la cartera laboral designe un nuevo día y horario para continuar con la conciliación entre las partes y ver si pueden llegar a un acuerdo.
En la asamblea realizara por la tarde, los obreros rechazaron cinco de los ocho puntos que planteó la empresa para terminar con el conflicto, ya que eran “inaceptables”.
Los empleados querían volver al sistema de suspensiones rotativas, con la reincorporación de los 600 despedidos, porque el problema era que faltaba producción y no que sobraba gente.
Desde Paraná Metal se mantuvieron firmes en dejar la planta con 300 obreros en sus funciones sobre un total de 900, al tiempo que se negaron a pagar las dos quincenas atrasadas a los trabajadores y los cuatro meses a aquellos que optaron por el retiro voluntario o por la jubilación.
Los motivos que adujo la firma fueron que esos períodos que se reclaman son posteriores al pedido de quiebra que elevaron a una jueza, por lo que no les corresponde abonarlos.
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