La firma Oil M&S, al frente de Paraná Metal desde fines del año pasado, no presentó un plan de negocios para seguir gerenciando la autopartista de Villa Constitución como pedía la sindicatura que tiene a su cargo el concurso de acreedores, y ahora la empresa está a la espera de que se expida la Justicia. Jorge Godoy, representante institucional del grupo accionario de Paraná Metal, ratificó anoche a este diario que la empresa no tiene plan de negocios, y ató esta situación a una abrupta caída en la producción a raíz de que el principal cliente, Ford Brasil, dejó de comprar blocks para motores, la fabricación más importante de la autopartista villense. Mientras tanto, la fábrica continúa paralizada y los operarios suspendidos y con rebaja salarial.
“De las 1.600 toneladas de autopartes que estábamos produciendo, unas mil toneladas correspondían a los blocks de motores. Las proyecciones indicaban que íbamos a producir unas 400 toneladas”, explicó Godoy a este diario, e insistió que la empresa espera una definición de la jueza que entiende en el concurso de acreedores, donde hay una deuda que asciende a 61 millones de pesos. “Nuestra propuesta fue que no tenemos plan de negocio”, machacó Godoy.
Dirigentes de la UOM villense y delegados de planta mantuvieron ayer tres reuniones al unísono con funcionarios nacionales y con la jueza que sigue la causa de Paraná Metal para destrabar el conflicto. “Desde la Nación nos dieron el compromiso de buscar la mejor salida para reactivar la planta y conservar las fuentes de empleo”, comentó Juan Actis, secretario adjunto de la UOM, quien ayer por la mañana participó en Buenos Aires de un encuentro con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Un grupo de delegados de los trabajadores de Paraná Metal se trasladó ayer a la mañana hasta Alvear para entregarle un informe de situación a la ministra de Industria, Débora Giorgi, en su visita al parque industrial de esa ciudad. Fueron recibidos por la secretaria de la funcionaria, a quien le entregaron en mano un resumen de lo acontecido en la autopartista en los últimos meses con relación a las variaciones en los niveles de producción.
Este panorama fue planteado en el escrito que los delegados entregaron a la ministra Giorgi, donde también pidieron que la automotriz General Motors ubicada en Alvear compre las piezas para motores que se fabrican en Paraná Metal, como blocks, campanas o discos de freno. “General Motors no está comprando estas piezas porque la autopartista está en convocatoria de acreedores”, indicó Actis en diálogo con este diario.
Otra de las reuniones fue con la jueza de Villa Constitución que sigue el concurso de acreedores de Paraná Metal. “Ahora la situación está en manos de la jueza, que es la que debe resolver el futuro de la autopartista”, sostuvo Actis. Entre las posibilidades que se barajan, la Justicia puede extender el plazo para tomar una determinación, puede aparecer un nuevo grupo inversor o hasta los propios trabajadores pueden presentarse como oferentes y transformar Paraná Metal en una cooperativa. “Esta última idea es medio difícil porque las terminales automotrices no compran a cooperativas”, dijo el dirigente sindical.
Paraná Metal es una fábrica con más de 50 años en el mercado local. Los trabajadores, que ayer cobraron la última quincena, están en estado de asamblea permanente con el fin de analizar los pasos a seguir en la defensa de los más de 760 puestos laborales entre directos y contratistas, que sumados a los operarios que están fuera de convenio el número trepa a 900.