Ciudad

Para que se sepa lo que cuesta transitar la ciudad

Discapacitados realizaron un original Vía Crucis para mostrar “la cruz” que cargan para circular por Rosario.

 

La agrupación Sin Barreras, que desde hace poco más de un año realiza actividades defendiendo los derechos de los discapacitados, especialmente de los que tienen dificultades motrices, realizó ayer por la mañana en el microcentro de la ciudad un Vía Crucis bajo el lema “Ponete en mi lugar. Llevá mi cruz”. Los manifestantes marcharon desde la plaza Pringles hasta la Municipalidad de Rosario y el derrotero contó con nueve estaciones que fueron cada una de las esquinas del recorrido, que se llevó a cabo por la peatonal Córdoba. “La verdad es que tuvimos una concurrencia mayor de la imaginada y esperemos que a partir de ahora tengamos respuesta a los muchos reclamos que venimos realizando, que esta congregación traiga un huevo bajo el brazo”, sostuvo en diálogo con este medio y sin perder el humor Claudio Halcovich, presidente de la ONG.

El reclamo que realizó Sin Barreras no fue uno más. En vísperas de las Pascuas que se avecinan, sus adherentes decidieron movilizarse con una idea acorde a los acontecimientos: realizar un Vía Crucis organizado bajo la consigna “Ponete en mi lugar. Llevá mi cruz”. Y para eso los manifestantes circularon desde la plaza Pringles hasta la plaza 25 de Mayo, frente a la Municipalidad de Rosario, con un itinerario que contó con nueve estaciones (que fueron cada una de las esquinas del camino) en donde los manifestantes se iban deteniendo por alrededor de diez minutos. La condena, Golpeando las puertas del trabajo, Historias de diario vivir, Con las alas del alma, Sordos ciegos y mudos, El gran partido, La máquina de impedir (la burocracia), Transporte ya y Dios es pueblo fueron los nombres de las estaciones.

La movilización contó con la presencia de la concejala de Propuesta Republicana (PRO) Laura Weskamp, representantes del bloque del ARI-Coalición Cívica en el Concejo Municipal y de la agrupación Generación para un Encuentro Nacional (GEN), sector del radicalismo que en la provincia encabeza Fabián Peralta.     

A la hora de definir cuál es el fin de la institución, Halcovich sostuvo: “Básicamente Sin Barreras es una agrupación que busca la concientización de toda la ciudadanía para que todos tengamos las mismas posibilidades de transitar las mismas calles, utilizar el mismo transporte, acceder a los mismo espacios y gozar de la misma ciudad”. “Trabajamos para conseguir colectivos y taxis adaptados que funcionen, lugares públicos a los cuales podamos acceder y veredas por las cuales transitar”, sostuvo el dirigente, para luego agregar igualmente que los problemas no son de infraestructura. “La ciudad no sólo presenta barreras arquitectónicas, también institucionales y de parte de la gente que la habita”, agregó el titular de la ONG.

De todas formas, en Sin Barreras no están solos. Desde hace un tiempo se está formando una especie de red de organismos de discapacitados. En torno a esa referencia se van incorporando distintas asociaciones atraídas por la idea de que la unión hace la fuerza, y entre ellas se destacan Applir (Asociación de Padres por la Igualdad Rosario), Afadis (Asociación de Familiares de Discapacitados), Ctaca (dedicada a la zooterapia) y no videntes y familiares de discapacitados no nucleados.

“Individualmente se puede tener metas, pero es difícil concretarlas, y sobre todo cuando el núcleo central es la discapacidad o capacidades diferentes”, señaló hace un par de días a este medio Silvia Buonamico, madre de un joven discapacitado, quien conoció la labor de Sin Barreras y se sumó para colaborar en su lucha.

“Mi hijo es discapacitado motriz y sostengo que es necesario implementar una educación social que nos una a todos por igual”, expresó la mujer. “Me comprometí con la gente para poder difundir la falta de respuesta de organismos oficiales y luchando con la burocracia a la que siempre me opongo, porque no hace otra cosa que ponerle al discapacitado más trabas de las que realmente tiene”, se quejó.

Respecto de estas cuestiones, Buonamico detalló: “Es una locura que todos tengan que renovar un certificado de discapacidad, exponerse a una mesa directiva que te está cuestionando lo que los médicos ya dieron a conocer hace años”. “Mi hijo tiene discapacidad de por vida y cada cuatro años tengo que exponerlo para renovar el certificado de discapacidad. Y como el suyo hay miles de casos”, expresó luego.

Posteriormente agregó que “es necesario que se revean las ordenanzas y se amolden al ritmo de vida de todos. Es decir, hoy hay leyes que caducaron y se cumplen a rajatabla fuera de todo sentido común. Inclusive la gente misma no respeta los espacios de estacionamiento para discapacitados y eso, precisamente, tiene que ver con la educación social”. Buonamico detalló que, por ejemplo, en Montevideo y Buenos Aires hay un centro de discapacitados visuales “y a la vuelta hay una verdulería que pone los cajones en plena vereda. Hace poco la guardia urbana lo clausuró, pero a los cuatro días volvió a abrir y nadie hace nada por eso”.

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