Ciudad

Para preservar la memoria de la ciudad en ladrillos

El Concejo Municipal aprobó la creación de Áreas de Protección Histórica afuera del radio céntrico.

Por: Nelso Raschia

Distintas zonas de la ciudad verán resguardadas construcciones que en ellas se emplazan a partir de la aprobación por parte del Concejo Municipal de las denominadas Áreas de Protección Histórica (APH) en el ámbito del segundo anillo perimetral al área central.

En la ordenanza se destaca que “es preciso profundizar las políticas de preservación de inmuebles de valor patrimonial definidas en el marco del reordenamiento urbanístico, estableciendo los sitios especiales del territorio municipal que ameritan ser protegidos y puestos en valor a través de la aplicación de los instrumentos previstos a tal fin”.

Así se dispone la creación de áreas de protección histórica en los barrios Sarmiento y Lisandro de la Torre; en el sector de Tucumán al 4000; en las zonas del Patio de la Madera y en las cercanas a las parroquias San Miguel Arcángel, Nuestra Señora de Luján y San Antonio de Padua.

Igualmente se crean dos áreas de reserva con protección histórica (ARPH), correspondientes al predio Usina Sorrento –también al Club Agua y Energía, a partir de proyecto de la concejala Mariana Alonso– e, igualmente en la zona,  al predio de Aguas Santafesinas.

La ordenanza al determinar las APH las define como a “sectores del tejido urbano que contienen en su interior edificios de valor histórico y/o arquitectónico o condiciones particulares en la edificación, la morfología del conjunto edilicio y la composición y/o el carácter de sus espacios públicos y que, por tal motivo, interesa proteger”.

Determina asimismo la normativa las alturas mínimas y máximas de construcción en cada caso.

Para establecer las nuevas APH se realizó un estudio y relevamiento del segundo anillo perimetral, a partir de un convenio suscripto entre la Municipalidad y la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario. En el caso de barrio Sarmiento el área que se protege se encuentra ubicada en bulevar Rondeau y Matorras  y “representa un particular tejido urbano” en el que se emplazan 114 viviendas construidas por iniciativa de la cooperativa La Vivienda del Trabajador financiadas por el Banco Municipal de Rosario y cuya ejecución estuvo a cargo de la empresa Rossi e Hijo. Son unidades habitacionales levantadas entre 1928 y 1932.

Con relación al barrio Lisandro de la Torre, el APH se ubica en parcelas frentistas a la calle Del Valle Iberlucea y se precisa que “está signada por la tradicional presencia del Club Náutico Sportivo Avellaneda, la particular topografía de la barranca y la presencia de un conjunto de unidades de vivienda particulares que se destacan por presentar una conformación morfológica homogénea, emparentada con el lenguaje racionalista”.

En cuanto al conjunto de Tucumán al 4000, “son representativas de lo que fuera el extremo oeste del barrio Dr. Luis Agote, también conocido como barrio ‘La Francesa’, en alusión a las instalaciones ferroviarias” que funcionaron en la actual Estación Terminal de Ómnibus Mariano Moreno. Se dispone el APH para las parcelas frentistas a las calles Tucumán y Lavalle y al pasaje Sunchales.

En tanto también se declaró APH “al conjunto de viviendas ubicada sobre la calle Córdoba al 3200, en el entorno del Patio de la Madera, data de 1910, estableciéndose como las primeras construcciones de la zona, que a principios de siglo se caracterizaba por su impronta rural, en torno a la playa de maniobras del Ferrocarril Central de Santa Fe, La Francesa, hoy Estación de Ómnibus, y la quinta de los hermanos Jewell, y como parte de ella el Rosario Cricket Club, el hoy Club Atlético del Rosario”.

También se crea el APH del entorno de la parroquia San Miguel Arcángel que, conjuntamente con la plaza Buratovich, ubicada en la manzana comprendida por las calles San Nicolás, 3 de Febrero, Cafferata y 9 de Julio, se considera el corazón de barrio Echesortu.

La parroquia fue inaugurada el 4 de noviembre de 1928  y en su interior contiene el camarín de Jesús de la Buena Esperanza, “una reliquia artística de nuestra ciudad”. En cuanto a la plaza Buratovich es un tradicional espacio verde que “fue en principio parte del terreno ofertado por el mayor Buratovich al intendente Nicasio Vila en 1908”.

De igual modo se establece como área de preservación histórica la de la parroquia Nuestra Señora de Luján en avenida Presidente Juan Domingo Perón 3370, cuyo edificio fue construido en 1924 por el prestigioso estudio de Hilarión Hernández Larguía y Newton “con los recursos estilísticos del neocolonial y se implanta conformando un importante atrio revalorizando el espacio público”.

Mientras que el de la parroquia San Antonio de Padua, de avenida San Martín 3343, de impronta neogótica se incluye junto a la plaza General Toribio de Luzuriaga y la plazoleta Corona Martínez, “con la tradicional calesita y juegos infantiles constituye, desde 1912, un referente urbano ineludible”.

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