Mundo Laboral

“Para nosotros, defender los intereses de las y los docentes no es solo una consigna”

Tras las elecciones para renovar su conducción, la nueva Secretaria General de Coad, Beatriz Introcaso, señala los lineamientos principales de las acciones sindicales que emprenderá el gremio, entre las que destaca el rol relevante de los delegados y la recuperación del poder adquisitivo del salario


J.P.S

En mayo pasado, luego de la prórroga de mandatos institucionales producto de la pandemia del covid-19, se realizaron las elecciones para renovar la conducción de Coad, la Asociación Gremial de Docentes e Investigadorxs de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

En ese marco, la lista ganadora, “Democracia Sindical y Dignidad Docente”, es la continuidad del espacio que está al frente del gremio desde 2007, espacio donde confluyen trabajadorxs de distintos colectivos del campo popular que a lo largo de los años construyeron un modelo sindical democrático y participativo.

Tras asumir, la nueva Secretaria General, Beatriz Introcaso, acompañada por Lucía Andreozzi, como Secretaria Adjunta, señaló: “Nuestra propuesta es profundizar, en cantidad y calidad, lo realizado hasta ahora. Para nosotros defender los intereses de las y los docentes no es una consigna. Por esto, lo primero es avanzar en la participación de las afiliadas y los afiliados”.

Es preciso recordar que Coad tiene, sobre un universo de más 7500 docentes de la UNR, una tasa de afiliación de más del 55 por ciento, lo cual la convierte, de las asociaciones de base de las universidades grandes; en la de mayor tasa de afiliación en el país.

“Otro factor clave en la organización y que consideramos el motor de la lucha gremial son lxs delegadxs. Porque son quienes están en primera línea en cada uno de los lugares de trabajo. Nos une y nos guía la defensa a rajatabla de los derechos de lxs trabajadorxs docentes e investigadorxs en el marco de la lucha por una sociedad más justa e igualitaria. Peleamos por nuestros salarios, así como por condiciones de trabajo y estudio dignas, por ámbitos sin discriminaciones ni violencias, por una universidad con la que podamos transformar la sociedad”, remarca Introcaso.

En este sentido, la dirigenta de Coad destaca “la necesidad de continuar la lucha por recuperar el poder adquisitivo del salario, que viene cayendo ininterrumpidamente”.

Dice Introcaso: “Los años del macrismo representaron enormes retrocesos: de 2015 a 2019 perdimos 30 puntos en el poder de compra, y además se volvió a la lógica de la incorporación de sumas no remunerativas o no bonificables, que resultan en un desfinanciamiento de las cajas jubilatorias y de las obras sociales. Con el nuevo gobierno, la paritaria de 2020 comenzó sin reconocer una cláusula gatillo que había sido firmada en el acuerdo anterior, de modo que comenzamos la negociación casi un 15 por ciento atrás de lo que hubiera correspondido. Al día de hoy son otros 10 puntos de pérdida en el  poder de compra de nuestro salario. A la vez provocan mucho malestar las continuas dilaciones en los llamados a reuniones de negociación y el destrato del que somos objeto cuando no se cumple nunca que «los salarios le ganen a la inflación». Esta lógica es la que queremos desterrar, ya que no consideramos adecuado estar siempre «corriendo detrás de la inflación», y lo que queremos es discutir un salario mínimo con el cual lxs trabajadorxs podamos vivir dignamente”.

El acuerdo firmado el pasado mes de marzo por un 41 por ciento dividido en cuotas (acuerdo que lxs docentes rosarinos rechazan) contemplaba un “seguimiento de la evolución del salario y el impacto de la inflación en el mismo”, que claramente no tuvo su correlato en un adecuado reajuste. Promediando junio, cuando la inflación acumulada supera el 30 por ciento y el único aumento cobrado fue de un 13%, el gobierno sólo ofreció redistribuir las cuotas previstas hasta septiembre en dos cuotas de 16 y 12 por ciento, en junio y julio respectivamente.

Continuar el plan de lucha con asambleas

“Resulta inexplicable que la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) continúe firmando estas paritarias a la baja, consolidando la caída de nuestros salarios y entregando la lucha que venimos llevando adelante docentes de múltiples lugares del país. Para converger con todxs estxs compañerxs y definir la estrategia a llevar adelante para lograr recomponer nuestros salarios, desde Coad continuamos el plan de lucha con asambleas. De hecho el pasado martes se votó adherir al paro convocado por Conadu Histórica para este jueves 23 y viernes 24 de junio”, afirma Introcaso.

Pero también existe un contexto regional local que atañe a aspectos propios de la UNR. En efecto, Introcaso apunta: “Lxs docentes e investigadorxs también tenemos derechos específicos por conquistar. En paritarias locales venimos demandando a las autoridades temas concernientes a las condiciones en las cuales desarrollamos nuestras tareas. Es urgente resolver la falta de gas en varias dependencias de la universidad. Por otro lado, tomamos conocimiento de que en algunas facultades –ante circunstancias disímiles que van desde un paro de transporte a la ola de frío– se insta a lxs docentes a reemplazar las clases habituales por clases «virtuales», y en ese sentido solicitamos al rector (Franco Bartolacci) que aclare expresamente que no es una obligación la realización de tareas docentes de manera remota”.

Y agrega: “Durante el período de aislamiento por la pandemia del covid 19 estuvimos llevando adelante de manera excepcional estas tareas, que además corrieron por nuestra exclusiva cuenta: computadoras, cámaras, micrófonos, acceso a internet que nadie nos reconoció (como lo establece nuestro convenio colectivo de trabajo cuando expresa que es deber del empleador proveer los medios adecuados para la realización de nuestro trabajo), y que nos produjeron infinidad de trastornos: dolencias físicas y psíquicas, como también dificultades a la hora de conciliar estas tareas con las de cuidado en los hogares. En la paritaria local tratamos además temas relativos a la estabilidad de nuestros cargos y a su jerarquización, teniendo en cuenta que –en una universidad que se predica moderna, reformista y comprometida, donde se crean carreras nuevas y se pretende poner en valor la vinculación con el mundo laboral – todavía hay cientos de personas que trabajan gratis (cargos ad-honorem) o que realizan más tareas de las que corresponden a su designación (extensión de funciones)”.

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