El Hincha

Juegos Olímpicos de la Juventud

Pandi, una mascota desprolija y una firma de nombre bizarro

La única oferente en la licitación de las mascotas deportivas fue Quiero ver guita SRL, que cotizó 35% arriba de los cálculos más onerosos por peluches importados de China. En Aduana los quisieron anotar como guirnaldas para pagar menos aranceles y el yaguareté quedó varado. Se iban a vender a $1500


Una “desinteligencia” en el régimen de importación del peluche de la mascota “Pandi”, el yaguareté representativo de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, obligó a que la organización prohíba su venta en las sedes de la competencia. Se iban a comercializar a nada menos que 1500 pesos. Las “desprolijidades” en la licitación del merchandising y en los trámites de Aduana de la única oferente se llevaron la medalla dorada, junto con el nombre de la firma elegida: Quiero ver guita SRL, cuyo titular es Carlos Germán Eguía.

La consulta sin respuesta a las tiendas oficiales de merchandising de los Juegos de la Juventud disparó las sospechas y todo salió a la luz antes la ausencia de las mascotas, que son la base de un negocio millonario en este tipo de eventos.

Entre sábado y domingo del último fin de semana largo se tachó o tapó el rubro “Mascota/Mascot” en el listado de precios de las tiendas habilitadas de los juegos, donde Pandi se ofertaba a 1.500 pesos. Y el lunes feriado, directamente se colocó una nueva gráfica por encima de la original.

El regalo de la mascota en los mundiales del deporte es una tradición para visitantes y turistas. Y un gran negocio. En este caso, cruzado por irregularidades. La licitación para la comercialización de la mascota, que a tono con la época no iba a ser de fabricación nacional sino de factura china, tuvo un solo interesado. Se trata de la empresa con nombre que remite a la picaresca criolla: Quiero Ver Guita, inscripta ante la Afip en 2008 para la “compra, venta, fabricación, distribución, exportación e importación de productos de vestimenta, calzados, marroquinería, sombrerería, accesorios y productos de la industria textil”. También es extraño el precio.

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires había cotizado cada peluche a 300 pesos (11 dólares en su momento). Incluso ese dinero les había parecido exagerado a firmas del rubro: diseñar el modelo de mascota en el tamaño estipulado en una empresa china y fabricarlo a gran escala sale apenas dos dólares por unidad, dijeron las empresas y periodistas deportivos.

La cesión del negocio está asentada en la resolución porteña 129/Upejol/18, que firmó Juan Martín Areco, titular de la Unidad de Proyectos Especiales Juegos Olímpicos de la Juventud, el ente encargado de las compras y contrataciones. El Boletín Oficial la publicó el 31 de julio con los detalles de la licitación, hecha dos días antes. El texto menciona la compra de 1.700 muñequitos Pandi a Quiero Ver Guita. La empresa de Eguía, que ya había hecho negocios con el gobierno porteño cuando lo conducía el hoy presidente Mauricio Macri, cotizó sus servicios en 2.047.680 pesos. Esto es, un 35 por ciento más que las estimaciones oficiales y empresarias.

El precio no es la única anomalía. La firma de nombre bizarro rotuló los muñecos como “guirnaldas” ante la Aduana. Las autoridades hablaron de una “desinteligencia”, pero el equívoco tiene ventaja: los adornos pagan aranceles muy inferiores a los de los juguetes. Los peluches quedaron demorados en la Aduana y hay una causa por posible contrabando en marcha.

Los organizadores de los Juegos Olímpicos buscaron atenuar el papelón. Acordaron con las autoridades aduaneras que los Pandi finalmente no se venderían por “falta de estampillado” y consiguieron liberar unos cuantos para entregar gratis a los deportistas y a la “Familia Olímpica”.

 

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