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Pami I: una imagen vale más que mil palabras (postales de una pandemia que no terminó)

La foto de la morgue colapsada del Policlínico Pami I recorrió el país. Un día después, desde la obra social dicen que la situación está normalizada. Aunque la emergencia sanitaria obligará a estar en alerta


A fines de septiembre, una cuenta de Twitter sin demasiados seguidores había advertido que la morgue del Policlínico I de Pami había colapsado. El dato no tuvo mucho impacto. No obstante, quien firma estas líneas vio esa publicación y buscó chequearla. Se intentó con autoridades locales de la institución y con voceros a nivel nacional. “Es una situación posible, porque hay retrasos en los traslados. Pero hasta el momento no hubo desborde en ninguno de los dos policlínicos”, fue la respuesta desde Buenos Aires. Desde Rosario, allegados a los efectores señalaron que la preocupación debía ponerse sobre todo en los geriátricos, porque se había “roto la burbuja” y había ya un alto nivel de contagios.

Con los adultos mayores como población más vulnerable al covid-19 y el sur santafesino convertido en epicentro de la pandemia a nivel país, era hasta previsible que pase lo que terminó pasando. La cantidad de fallecidos por el nuevo coronavirus continuó creciendo en Rosario en los días siguientes. En paralelo, fue subiendo también la cantidad de personas que residían en hogares de ancianos, dentro de ese número total. El último lunes, de hecho, un portal web de la ciudad tituló: “La mitad de los fallecidos por Covid vivían en geriátricos”. Esas muertes de adultos mayores que empezaban a incrementarse en la ciudad desde septiembre se daban, claro, en efectores de la ciudad. Pocos se preguntaron qué pasaba en el Pami.

Es en ese marco, en la mañana de este jueves 8 una fuente del Policlínico I reenvió unos mensajes de whatsapp de grupos del personal de allí, junto con unas fotos muy fuertes que no daban lugar a dudas: la morgue, ahora sí se veía, estaba colapsada.

A media mañana, el dato se había convertido en nota, pero antes hubo un nuevo intento de comunicación con autoridades del Policlínico. Y no hubo respuesta. Quien sí dio su palabra fue un delegado de la junta interna de ATE, que además de explicar la foto de los cuerpos alertó sobre la falta de insumos sanitarios y el reclamo que se venía haciendo de poder tener un camión refrigerado para almacenarlos, como ya se había hecho en el hospital de Granadero Baigorria y sucedió también en otras partes del mundo.

La morgue del Pami I está desbordada y piden un camión refrigerado para guardar los cuerpos

Conocida la información, el impacto fue enorme. En pocas horas numerosos medios locales y de todo el país replicaron la noticia. Al día siguiente, este viernes, una comitiva nacional de la obra social desembarcó en Rosario y, tras varias reuniones, dio a conocer en un comunicado que la situación estaba “normalizada” (ver aquí). Tal vez, como evalúan empleados del Pami, la publicación de la noticia haya logrado dos objetivos al mismo tiempo: concientizar a la población y las autoridades políticas de que la pandemia no es una mentira. Que la gente se contagia y se muere. Y que ante la elevada curva de contagios que exhibe la región, de no tomarse recaudos se pueden repetir estas imágenes.

Hacia dentro del Pami, quienes deben tomar decisiones en el contexto de la pandemia, quizás hayan advertido, ahora sí, que la compra de insumos y otras decisiones urgentes tiene que ser mucho más operativa: el día a día de policlínicos con decenas de pacientes Covid no puede depender de un ida y vuelta con funcionarios en Buenos Aires, tal como han planteado hasta el cansancio trabajadoras y trabajadores locales en las últimas décadas, y repitieron estas últimas semanas.

La cifra que se dio a conocer luego de este episodio, de 64 muertes Covid en ese Policlínico entre septiembre y lo que va de octubre duele, tanto como los números diarios de contagios y fallecidos. Y abruma. Porque es factible que en las próximas semanas los decesos sigan multiplicándose, al tiempo que la ciudad funciona de modo casi normal, con sus bares abiertos por las noches, según la descripción que vienen haciendo, por ejemplo, las y los profesionales reunidos en la Asamblea de Trabajadorxs de la Salud.

En la noche de este viernes, de hecho, pacientes en las terapias intensivas de toda la ciudad seguían peleando para sobrevivir, con la ayuda del personal sanitario que hace meses hace enormes esfuerzos y pone su vida en juego. Y que clama a gritos por el famoso botón rojo.

A continuación, el comunicado oficial de Pami sobre la situación en el Policlínico I

La Dirección Ejecutiva de PAMI informó que la situación del Policlínico PAMI 1 de Rosario está normalizada, luego de que se viera saturada la capacidad de la morgue del centro de salud por la situación excepcional causada por la pandemia del nuevo coronavirus.

Frente a la situación, el viernes 9 de octubre un equipo multidisciplinario especializado en población adulta viajó a Rosario, como lo hace de manera periódica desde comienzos de la pandemia, para revisar y reorganizar los procesos.

De acuerdo con un informe del centro de salud, el 7 de octubre se registraron diez fallecimientos consecutivos, que produjeron una saturación en la morgue.

Las morgues no forenses de los hospitales –como el caso del Políclínico 1- están diseñadas como lugares de tránsito, en donde se albergan los cuerpos hasta que son retirados por las cocherías fúnebres.

“En los últimos días se registraron en toda la ciudad demoras en los traslados que deben realizar las cocherías, en particular de aquellos fallecidos por COVID-19, para los que deben aplicarse protocolos de seguridad que complejizan la operatoria”, describe el informe.

Este proceso se prolongó durante unas doce horas hasta la mañana del 8 de octubre, cuando las cocherías pudieron ir retirando los cuerpos. Desde entonces, y por el momento, no se registra ningún tipo de saturación.

Según el informe del área de salud de la Municipalidad de Rosario la ciudad registra 26.983 casos totales.

Los niveles de ocupación de las camas críticas tanto en el sector público como en privado se mantienen altos desde hace varias semanas con un porcentaje promedio de entre 92% y 93%.

Al 9 de octubre, en PAMI I el nivel de ocupación de camas generales es del 76% y de camas críticas del 43%. En PAMI II el nivel de ocupación de camas generales es del  76% y de camas críticas es del 75%.

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