Un médico de Santa Fe es investigado por la Justicia Federal ante la denuncia que realizó Pami por una supuesta estafa a la obra social conocida esta semana pero ocurrida en 2017. De acuerdo a la acusación, el cirujano recibió una prótesis para una paciente que ya había fallecido, pero en lugar de devolverla a la obra social, falsificó la historia clínica de la mujer, con una modificación de la fecha de defunción, para poder quedarse con el insumo, cuyo precio oscila en los 10 mil pesos.
La mujer estaba internada en un sanatorio de Santo Tomé, a unos 14 kilómetros de la ciudad de Santa Fe y a un poco más de 160 kilómetros de Rosario, en diciembre del 2017. Necesitaba realizarse una intervención con la implantación de un catéter biliar debido a su delicado estado de salud.
Como el Pami tardaba en entregar el insumo y los tiempos corrían contrarreloj, la familia decidió comprarlo de forma particular para que se lo coloquen en el centro de salud. Así ocurrió. Pero la paciente, igual, falleció al poco tiempo.
Casi en paralelo, al instituto de salud de los jubilados envió al sanatorio el catéter solicitado por el profesional. El médico firmó la recepción del insumo sin comunicar que la mujer había fallecido.
La denuncia cursada por el Pami apunta a una maniobra del cirujano para quedarse con la prótesis: incluye la historia clínica de la enferma –con el cambio de fecha de fallecimiento por una posterior– que entregó el médico para, se sospecha, quedarse con el insumo. En el documento, además, se habrían eliminado los originales y las etiquetas correspondientes al insumo.
Habló la directora de la delegación del Pami
Jorgelina Ferreyra, directora de la delegación Centro Norte de Pami, explicó que el hecho saltó por las auditorías internas: constaban dos pedidos de catéter para una misma paciente, porque sus familiares solicitaron el reintegro de la compra que realizaron de forma particular.
El expediente administrativo resalta que el médico recibió en diciembre de 2017 el catéter por parte del proveedor en una fecha en la que la paciente ya había fallecido.
La investigación comenzó recién hace un mes, aclaró Jorgelina Ferreyra, funcionaria de la prestadora del Estado y candidata a senadora por Cambiemos en Santa Fe. Medios de comunicación locales señalaron que el médico cirujano, al que le protegen la identidad pero destacan como un profesional muy conocido, fue desplazado de su cargo en el sanatorio de Santo Tomé.
El caso denunciado por Pami quedó a cargo de la Unidad Fiscal de la Justicia Federal que atiende los casos de la obra social.
“La irregularidad se da cuando llega el insumo por parte de Pami dos días después y no se devuelve. Lo que se hizo es falsificar la historia clínica para decir que se utilizó el insumo y eso es un delito”, explicó Ferreyra y añadió: “Un profesional le está diciendo a Pami que le colocó una prótesis a un paciente fallecido”.
Ferreyra también señaló que la prótesis del catéter biliar se pagó dos veces, pero lo grave es “la impunidad con que se manejó” y la sospecha de que ese tipo de prácticas es habitual en la obra social de los jubilados, porque el monto del perjuicio económico –alrededor de 10 mil pesos– es menor en el presupuesto de la obra social, que a la vez sufre recortes de financiamiento por parte del gobierno nacional.
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