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Palometas atacan hasta a las redes en el centro de la provincia

Tres personas resultaron heridas en el balneario municipal de Santo Tomé este domingo, tras ser mordidas por palometas. Por el hecho, el Ejecutivo prohibió el ingreso al río Salado en el lugar, por resolución de emergencia de la intendenta Daniela Qüesta


Tres personas resultaron heridas en el balneario municipal de Santo Tomé este domingo, tras ser mordidas por palometas. Por el hecho, el Ejecutivo prohibió el ingreso al río Salado en el lugar, por resolución de emergencia de la intendenta Daniela Qüesta.

En tanto en la laguna Setúbal, en la capital provincial, donde está prohibido bañarse, 42 personas sufrieron mordeduras de palometas al meterse al agua. La cifra fue confirmada por el gremio de los Guardavidas (Sugara) que además confirmó que todos los casos fueron de personas adultas y las lesiones fueron leves.

La región de Santa Fe padeció un fin de semana extremadamente caluroso con una sensación térmica que rondó los 40º, y los residentes se volcaron masivamente a piletones y playas.

Pero, como ya ocurrió, la combinación del calor con la bajante en toda la cuenca dejó expuestos a quienes buscaron refrescarse a pesar de las prohibiciones. El resultado fueron ataques de los peces carnívoros.

El director de Deportes y Recreación de Santo Tomé, Facundo Quiroga, detalló que los casos ocurrido en la costa de la ciudad no revistieron cuadros de mayor gravedad y las personas atacadas fueron asistidas por guardavidas.

De todas formas, la playa permanecerá habilitada sólo como solárium y no como balneario, hasta nuevo aviso. La Municipalidad local estableció, con la asistencia de los bañeros, un monitoreo de la situación para ratificar o revertir la decisión conforme se vaya evaluando.

Panorama complejo

La aparición de palometas sobre las franjas costeras, advirtieron las autoridades, es un fenómeno que se viene registrando en distintas zonas de la región, causado por la bajante del río, el agua calma y las altas temperaturas.

La situación complica, y mucho, a los pescadores del centro de la provincia. Según la Asociación de Pescadores de Santa Fe la gran cantidad de palometas hace que para alimentarse ataquen también a las capturas atrapadas en los trasmallos, mordiendo y rompiendo las redes.

“Últimamente esto sucede en todo el río grande”, aseguró a la radio LT10 el dirigente de los pescadores Jesús Pérez. “El río aún no se recupera de esta bajante histórica y la palometa no puede ingresar a la laguna”, explicó. “Además, hay faltante de yacaré, que es su máximo depredador”, completó.

Pérez apuntó también que la aparición de palometas es el último eslabón de una cadena que viene complicando al sector, y que vino a sumarse a fuertes aumentos durante los últimos meses de las herramientas e implementos de trabajo, que no llegan a compensar con las piezas capturadas.

“En Entre Ríos se paga 21 pesos el kilo de sábalo, y Santa Fe 15 pesos. Acá, un pescador tiene que matar diez sábalos para poder comprarle un kilo de pan a sus hijos”, lamentó.

En esa línea pidió que los trabajadores del río quieren ser incluidos en la emergencia social alimentaria. “No entendemos por qué fuimos discriminados”, concluyó.

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