La leyenda del heavy metal Ozzy Osbourne se ganó el mote de Príncipe de las Tinieblas tanto por extensa y exitosa carrera solista y por formar parte de la banda pionera del género Black Sabbath. También es conocido por sus travesuras en el escenario y fuera de él, y por el reality show The Osbournes, que explora la vida cotidiana de su familia. Ahora el cantante de 71 años enfrenta un serio problema de salud, luego de que en el pasado batallara contra el alcoholismo y las drogas.
En una entrevista con Good Morning America, el rockero, sus hijos y su esposa y manager, Sharon Osbourne, pusieron sobre el tapete el desafio que encara Ozzy después de haber sufrido una caída y ser diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en febrero de 2019.
“Fue un desafío terrible para todos nosotros”, dijo Osbourne. “Hice mi último show de Año Nuevo en The Forum (Inglewood, California). Luego tuve una fuerte caída. Tuve que someterme a una cirugía en el cuello que me destrozó los nervios”.
Para peor, Osbourne reveló que le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que progresa lentamente en la mayoría de las personas y no tiene cura.
“Es (un Parkinson del tipo) PRKN 2”, dijo su esposa, Sharon. “Hay tantos tipos diferentes de párkinson; no es una sentencia de muerte en absoluto, pero sí afecta ciertos nervios del cuerpo. Y es como si tuvieras un buen día, un buen día, y luego un muy mal día”.
Ozzy pospuso su gira mundial y buscó recuperarse recluyéndose en su casa. Ahora reveló que está tomando medicamentos para el Parkinson y pastillas para los nervios.
“Se me entumeció este brazo por la cirugía y las piernas siguen enfriándose”, describió el autor de Crazy Train. “No sé si ese es el Parkinson o qué, ya sabes, pero ese es el problema. Porque me cortaron los nervios cuando hicieron la operación. Nunca escuché hablar de dolor en los nervios, y es una sensación extraña”.
No es la primera vez que Ozzy enfrenta rumores sobre su salud. Antes de su diagnóstico, Osbourne –quien pasó 50 años de gira en gira y expuso su vida privada en el reality show The Osbournes–, fue objeto de versiones sobre su estado físico, e incluso en un momento negó que tenía Parkinson.
Ahora la estrella del heavy metal se abre e informa a sus seguidores sobre lo que le está ocurriendo: “No soy bueno para mantener secretos. Ya no puedo andar con eso porque es como si me estuviera quedando sin excusas, ¿sabes?”
En su familia fueron su hijo Jack y su hija Kelly quienes primero se dieron cuenta de que algo andaba mal con su padre. “Lo más difícil es ver sufrir a alguien que amas”, dijo Kelly.
Aunque su familia lo ayudó mucho durante el año pasado y estuvo para apoyarlo, Osbourne admite que ha habido cambios en su hogar.
“Viniendo de una clase trabajadora, odio decepcionar a la gente. Odio no hacer mi trabajo”, dijo Osbourne. “Y cuando veo a mi esposa ir a trabajar, mis hijos van a trabajar, todo el mundo tratando de ser útil para mí, eso me deprime porque no puedo contribuir con mi familia”.
Ozzy intenta recuperar su fuerza para hacer lo que más ama: tocar en vivo para sus fans.
El cantante de los legendarios Black Sabbath lanzó su primer material solista en una década, su single reciente, Ordinary Man, junto a Elton John.
“Él va a volver a salir”, dijo Sharon. “Y él hará lo que le gusta hacer; lo sé”.
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