Ciudad

Otro intento por La Capilla

Convocaron en el Concejo a una nueva reunión, pasado mañana, a la que invitaron a los dueños de la propiedad. Los vecinos quieren que se declare al comercio como un sitio de valor histórico y patrimonial.

Es un símbolo de Echesortu. Todos los vecinos del barrio saben que nombrar al bar La Capilla es nombrar a esa zona de la ciudad. Emplazado en la esquina de bulevar Avellaneda y Mendoza, frente a la iglesia San Francisco Solano, es parte de la historia de uno de los barrios más tradicionales de la ciudad.

Sin embargo hoy está próximo a desaparecer –a fin de mes vence el contrato de alquiler–, y eso es precisamente lo que quieren evitar vecinos y habituales asistentes al bar. Quieren lograr su permanencia y a esa tarea también se incorporó el Concejo Municipal, en este caso a partir del edil del bloque Socialista Edgardo Falcón.

Es uno de los últimos o tal vez el último bar tradicional que queda en la ciudad; hasta hace algunos años competía por ese honor con otros, que el paso del tiempo transformó, como el también mítico La Buena Medida, de Buenos Aires y Rioja; el Olimpo, de Urquiza y Mitre, también refaccionado; los también reciclados El Cairo, de Sarmiento y Santa Fe, o el bar del hotel Savoy, en San Lorenzo y San Martín o también en un barrio, en este caso en la zona sur, el de Ayacucho y Lamadrid.

En tanto, algunos años atrás, desaparecía Los 20 Billares, en la calle Maipú, entre Córdoba y Santa Fe. Y precisamente de aquel entonces es la norma que propusiera el edil radical Jorge Boasso, por la que se creó el Programa de Relevamiento y Puesta en Valor Turístico de los Bares Tradicionales de Rosario. El objetivo era precisamente salvar los viejos bares rosarinos; sin embargo la norma hasta el presente no fue reglamentada y semanas atrás cuando comenzó a plantearse la situación de La Capilla el Concejo votó un pedido al Ejecutivo para reglamentar tal ordenanza.

Mientras tanto y a partir de una iniciativa del edil Falcón se realizó en el Salón de los Acuerdos del Concejo Municipal una reunión para abordar la situación del negocio gastronómico, aunque no lograron la concurrencia de los propietarios del local, por lo que convocaron a un nuevo encuentro para pasado mañana.

Allí vecinos plantearon –como ya lo había hecho en el Palacio Vasallo el edil Falcón– la declaración del inmueble como de valor histórico y patrimonial.

Expresaron quienes habitan en la zona su temor respecto de que los actuales propietarios vendan el edificio y éste corra riesgo de ser demolido. Varios de los vecinos sostuvieron que el sitio es “emblemático” para la memoria del barrio, más allá que la edificación no tenga valor arquitectónico.

De la reunión que presidió la vicepresidenta de la comisión de Planeamiento, Viviana Foresi, del bloque Socialista, participaron su par de bloque, Edgardo Falcón; Alfredo Curi, del Partido del Progreso Social (PPS), y María Eugenia Bielsa, de Encuentro por Rosario; el secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad, Horacio Ríos; la directora del Programa de Preservación y Rehabilitación  del Patrimonio que depende de la Secretaría de Planeamiento municipal, María Laura Fernández; Lorena Ratner, por la Escuela Municipal de Museología, y los titulares del bar, Susana Nakasone y Roberto Yagen.

En su intervención el edil Falcón sostuvo que “más allá que se trate de una propiedad privada debe haber una gestión desde el Estado” para preservar la memoria de dicha zona del barrio Echesortu.

Asimismo el concejal socialista reconoció que se deben estudiar alternativas, por ejemplo a través de un convenio edilicio, “para que no se produzcan riesgos de juicios”.

Por su parte la titular del Programa de Preservación mencionó que el comercio gastronómico “no estaría incluido en la norma de resguardo” respecto de los bienes de valor arquitectónico, mientras que tampoco forma parte del catálogo de preservación.

En tanto la concejala Bielsa mencionó que debían arbitrarse los medios para encontrar una solución que contemple la seguridad jurídica. Asimismo explicó que en caso de existir algún proyecto de construcción en el terreno, podría haberse solicitado un certificado de aptitud urbanística, dado que en la zona se puede edificar en altura y el inmueble no está incluido en el catálogo de preservación.

“De todos modos, sólo se podrá lograr una solución con consenso citando al propietario”, dijo la edila de Encuentro por Rosario. Por ello se resolvió a la nueva convocatoria para el martes venidero.

Respecto de la decisión de trabajar sobre el tema, el concejal Falcón sostuvo: “En estos tiempos donde el valor de lo material pareciera ser la mensura de todas la cosas y la ética y la estética no escapa a esa regla de la sociedad de consumo, donde es más lindo lo más valioso y es más bueno o correcto lo de mayor valor económico o el potencial lucro que éstas pudieran ocasionar, no es menor que un gran número de rosarinas y rosarinos nos convoquemos para emprender la realmente valiosa e importantísima tarea de salvaguardar parte de nuestra historia y cultura que encierran estos lugares emblemáticos de las grandes urbes”.

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