Gremiales

Venado Tuerto

Otro frigorífico quedó al borde del cierre: peligran 200 empleos

Esta semana se conoció que la planta podría cerrar en los próximos días. Según contó José Alberto Fantini, secretario General del Sindicato de la Carne, le comunicaron que cerrarían “si no le dan algo de cuota Hilton al frigorífico que pertenece al grupo brasilero Minerva”


La planta frigorífica de Swift en Venado Tuerto (controlada desde 2017 por la brasilera Minerva Foods) reanudó hace poco más de un mes su producción en lo que fue una gran noticia para la zona. El 3 de junio abría la planta que ocupó a 127 operarios para la actividad denominada “corte a hueso”.

Después ingresaron otros 30 y ya en julio contaba con 200 trabajadores. Sin embargo esta semana se conoció que la planta podría cerrar en los próximos días. Según contó José Alberto Fantini, secretario General del Sindicato de la Carne, le comunicaron que cerrarían “si no le dan algo de cuota Hilton al frigorífico que pertenece al grupo brasilero Minerva”.

“En este momento hay aproximadamente 200 trabajadores. Se reabrió hace un tiempo con 200 trabajadores y me dicen desde la empresa que no son las expectativas que teníamos todos”, explicó Fantini.

La segunda en Santa Fe

La problemática es similar a la del frigorífico Mattievich de Carcaraña, que reabrió el año pasado una planta de faena y producción en la ciudad de Carcarañá. La inauguración contó con la presencia del presidente Mauricio Macri, que puso la instancia como un ejemplo de que “lo peor había pasado”.

Lo peor, sin embargo, llegó este mes : la empresa anunció que cerrará esas instalaciones, a 50 kilómetros de Rosario, porque en el reparto oficial de la cuota Hilton –cortes de carne de alto precio con destino a Europa– para el período 2019/2020, el gobierno le dio apenas 50 de las 29.500 toneladas totales habilitadas por el viejo continente. La compañía argumentó que con ese volumen no se justifica la inversión que realizó. En el medio, hay 300 empleados  que pueden quedar sin trabajo.

Directivos de la empresa comunicaron la decisión de bajar las persianas al Ministerio de Producción de Santa Fe y al gremio de la carne provincial. “No nos quedó otra alternativa”, justificó un responsable de la firma, de carácter familiar y creada a mediados de la década de 1980 con base en Casilda.

La decisión de cerrar fue al cabo de negociaciones de última hora, y fallidas, con la ahora Secretaría de Agroindustria. El reparto, sellado el viernes con la publicación de la Resolución respectiva en el Boletín Oficial, terminó con cualquier esperanza de solución. Detrás de esta disputa entre la patronal santafesina y el gobierno, quedan 300 familias sin ingresos.

La titular de la cartera laboral de Santa Fe, Alicia Ciciliani, pidió de inmediato al gobierno nacional “la urgente revisión de la medida y que se respete las reglas de juego por las que Mattievich decidió invertir nuevamente en una fábrica y crear 300 puestos de trabajo”.

Mattievich asegura que invirtió 5 millones de dólares en el reflote de la planta de Carcarañá. Allí faenan, dice, 450 cabezas por día. La empresa acondicionó esas instalaciones para el negocio de la exportación, principalmente de los cortes Hilton a Europa. Tiene además otras dos plantas, en Rosario, que producen para el mercado interno.

Desde Mattievich explicaron que las 300 toneladas Hilton que tenían asignadas hasta el año pasado “son clave” para sostener la actividad en Carcarañá. Les dieron la sexta parte. “Vamos a hablar con el sindicato para negociar (el cierre)”, indicó este lunes un alto directivo de la firma a medios porteños. Y le puso fecha: tomará apenas unos 15 días desactivar la fuente laboral.

Un negocio de 400 millones de dólares

La distribución de esa cuota Hilton, un negocio de 400 millones de dólares en total, es fruto de negociaciones y lobbys entre el gobierno nacional y el sector frigorífico. Para el período 2019/2020, la repartija alcanzó a 31 frigoríficos y 26 proyectos conjuntos –consorcios exportadores–, considerando cinco nuevos emprendimientos.

Del total autorizado por la Unión Europea, 26.550 toneladas fueron asignadas oficialmente para el sector industrial, y 2915,925 toneladas a proyectos conjuntos. De esto último, 400 toneladas fueron reservadas a emprendimientos nuevos. Ahí es donde talla Mattievich: no le reconocieron la de Carcarañá en ese rubro, y le bajaron el volumen respecto del año pasado. Algo similar pasó con el de Venado Tuerto.

Desde el gobierno argumentaron que Mattievich ya había accedido al beneficio de las 300 toneladas “por nueva planta”. La compañía refuta que fue por un establecimiento que luego le vendieron a Coto, el viejo frigorífico CAP, después Fricoop, ubicado en Lamadrid y Pedernera. Agregaron que esperaban obtener de nuevo ese “incentivo”  por la planta de Carcarañá, que le compraron a Vicentín en 2006, y reactivaron el año pasado tras haberla tenido inactiva desde 2011.

Ganadores concentrados

Los dos principales frigoríficos brasileños en la Argentina encabezan la lista en el reparto de la cuota para su segmento: Quickfood (del grupo Marfrig) se agencia 2.655 toneladas, y Swift, del consorcio Minerva, se lleva 2.378.

Marfrig, a su vez, recibió cerca de 1.000 toneladas adicionales. Sus plantas sumaron 3.650 toneladas, bastante más del 10 por ciento de toda la cuota Hilton.

Detrás de ellos está la empresa relacionada a la familia del jefe de Gabinete, Marcos Peña: es SA Importadora y Exportadora de la Patagonia, propiedad de La Anónima. Le asignaron 2.293 toneladas.

Les siguen frigorífico Riopolatense, Friar, Gorina, Carnes Pampeanas (Cresud), Arrebeef, Compañía Bernal y Coto.

Y hay jugadores nuevos, que recibieron unas 400 toneladas. Entre ellos el frigorífico General Pico (La Pampa) y los grupos de productores formados por Lartirigoyen, Desdeelsur SA, Carne Hereford SA y La Ropa SA.

El reparto se caracteriza por la concentración: los 10 frigoríficos que recibieron más de 1.000 toneladas acumulan casi 16.000, el 60 por ciento del cupo para su sector.

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